El segundo pulmón del planeta está al norte: por qué los bosques boreales merecen más atención
Estos ecosistemas cubren un área equivalente al 10% de la superficie terrestre, pero siguen siendo invisibles en los debates ambientales más importantes del mundo

A veces, lo más importante ocurre lejos del ruido. Silenciosos y remotos, los bosques boreales rodean el Ártico como una corona verde que abraza al planeta.
Allí, donde los inviernos duran medio año y los árboles crecen con paciencia milenaria, se esconde un ecosistema clave para frenar el cambio climático.
Sin embargo, estos bosques —que ocupan el 27% de la superficie forestal del mundo— han sido sistemáticamente ignorados por el debate ambiental global.
Un reciente informe de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE) lo deja claro: si los bosques tropicales son el pulmón verde del planeta, los boreales son el segundo. Y están en riesgo.
El tesoro escondido entre pinos y frío
El aire que respiramos, el clima que nos define, la biodiversidad que nos asombra. Todo ello tiene una profunda conexión con los grandes ecosistemas forestales.
Sus árboles más comunes, como el abeto, pino, alerce y abedul, resisten inviernos extremos con raíces hundidas en suelos que esconden un gran poder: almacenan cerca del 32% del carbono terrestre del planeta.
Y no se trata solo de los troncos o las hojas, la mayor parte de ese carbono está en el suelo, en forma de materia orgánica congelada, conocida como permafrost.
El calentamiento global, al acelerar el deshielo del permafrost, puede liberar millones de toneladas de gases de efecto invernadero, transformando a este aliado climático en una amenaza latente.
Están protegidos... ¿pero no son conocidos?
La paradoja es evidente. A pesar de su inmensa importancia, estos bosques no reciben la misma atención que, por ejemplo, el Amazonas o las selvas de Borneo. Una de las razones, explica el estudio, es que ni siquiera existe una definición común de qué es un bosque boreal.
Además, la investigación científica sobre este bioma es fragmentada y suele centrarse en temas específicos por país.

"Falta una definición común", advierten las Naciones Unidas en un comunicado sobre este informe, un detalle aparentemente menor pero que dificulta enormemente el seguimiento y la formulación de políticas coherentes.
Más que madera y papel
A nivel económico, los bosques boreales aportan el 37% de la madera global en crecimiento y una buena parte de la producción de papel, paneles y celulosa. Pero también entregan servicios difíciles de monetizar:
- Almacén de carbono: Secuestran el 20% del dióxido de carbono que absorben los bosques anualmente.
- Biodiversidad única: Albergan desde linces boreales hasta el amenazado urogallo de las nieves. A diferencia de los trópicos, aquí no hay especies extintas... por ahora.
- Agua dulce: Contienen el 20% del agua superficial del mundo, como el lago Baikal en Rusia, el más profundo del planeta.
El llamado del informe de la CEPE es claro: hay que poner a los bosques boreales en el centro del debate ambiental.
Quizás ha llegado la hora de ajustar el mapa mental del cambio climático. Porque el futuro del planeta no solo se juega en las selvas del sur.
También se juega en los fríos y extensos bosques del norte, que siguen respirando por todos, incluso si nadie los escucha.
Fuentes y referencias de la noticia:
- CEPE. (2025). Boreal forests A global treasure. Publicado en el sitio web oficial de la institución.
- Naciones Unidas. (2025). Los bosques boreales: Unos grandes desconocidos a pesar de ser el segundo pulmón terrestre del planeta. Publicado en en el sitio web oficial de la institución.