La trágica leyenda mapuche que explica por qué el copihue tiene forma de lágrima de sangre
El copihue, flor nacional de Chile, guarda una leyenda mapuche marcada por el amor y la tragedia. Su forma caída y color rojo no son casualidad: representan una lágrima de sangre nacida del dolor y la conexión con la naturaleza.

Chile es un país de símbolos naturales cargados de historia, y pocos son tan reconocibles como el copihue, flor nacional que cuelga silenciosa entre los bosques del sur. Su forma alargada y su color rojo intenso no solo llaman la atención: para el pueblo mapuche guardan el recuerdo de una tragedia ancestral.
Lejos de ser solo una planta ornamental, el copihue es protagonista de una leyenda que mezcla amor, dolor y naturaleza. Una historia transmitida de generación en generación que explica por qué esta flor no mira al cielo, sino que cae hacia la tierra, como una lágrima detenida en el tiempo.
Un amor imposible marcado por la violencia
Según la tradición mapuche, Ües, una joven de gran belleza, se enamoró de Copih, un guerrero perteneciente a un pueblo enemigo. Su amor nació en un contexto de enfrentamientos y tensiones, por lo que estaba condenado desde el inicio. Aun así, ambos se encontraban en secreto, protegidos por el bosque nativo.
El entorno era testigo de ese vínculo prohibido: árboles centenarios, suelos húmedos y la quietud del sur chileno. Sin embargo, el conflicto terminó alcanzándolos. En una emboscada, Copih fue herido de muerte, y Ües llegó a tiempo solo para sostenerlo en sus brazos.
Desesperada, la joven lloró sin consuelo. Sus lágrimas, dice la leyenda, cayeron sobre la tierra, mezcladas con la sangre de su amado, empapando el suelo del bosque.
La lágrima que la tierra transformó en flor
Conmovida por el dolor de Ües, la Ñuke Mapu (Madre Tierra) decidió transformar esa tragedia en vida. Del lugar donde cayeron las lágrimas nació una enredadera de flores rojas, colgantes y brillantes: el copihue.
Para el mundo mapuche, el copihue es un símbolo espiritual profundo, asociado al amor verdadero, al sacrificio y a la conexión entre las personas y la naturaleza. Cada flor es, en esencia, una historia.
El copihue, el bosque y el clima del sur de Chile
Más allá del relato ancestral, el copihue (Lapageria rosea) es una especie nativa del bosque templado lluvioso del sur de Chile, presente principalmente entre las regiones del Maule y Los Lagos. Crece en ambientes húmedos, sombreados y con temperaturas moderadas, condiciones propias de un clima influenciado por las lluvias y la cercanía del océano.
Florece entre primavera y verano, cuando la humedad del suelo y el equilibrio térmico permiten su desarrollo. No tolera bien la sequía prolongada ni el calor extremo, por lo que el cambio climático y la pérdida de bosque nativo representan una amenaza real para esta especie emblemática.
Así, la flor nacida de una leyenda de dolor hoy también nos recuerda la importancia de cuidar los ecosistemas que la sostienen.
Una flor que no se arranca: se respeta
Durante décadas, el copihue fue recolectado sin control, reduciendo sus poblaciones naturales. Hoy está protegido en Chile, y su extracción desde el medio silvestre está prohibida. Cuidarlo es respetar no solo a la naturaleza, sino también la memoria cultural que representa.

La próxima vez que veas un copihue colgando en silencio en el bosque, tal vez no lo mires solo como una flor hermosa. Puede que estés frente a una lágrima de sangre convertida en vida, un relato de amor y pérdida que sigue floreciendo cada verano en el sur de Chile.
Referencia de la noticia
Guioteca. Leyenda del copihue.