Ruda en la entrada de tu casa: ¿el amuleto verde contra las malas energías?
Colocar ruda en la entrada de la casa es una costumbre ancestral que muchos aún mantienen. Aunque no hay evidencia científica, se le atribuye la capacidad de alejar malas energías y proteger el hogar de envidias y vibras negativas.
La ruda es protagonista de una de las creencias más antiguas del folclore latinoamericano y mediterráneo. Desde tiempos antiguos, esta planta aromática ha sido colocada en puertas, ventanas o jardines con un propósito muy especial: alejar la envidia, cortar las malas vibras y proteger el hogar. Su fuerte olor y aspecto particular la han convertido en un símbolo de defensa energética… o al menos, eso se cree.
Hoy en día, muchas personas siguen confiando en el poder de la ruda. Ya sea como parte de tradiciones familiares, por influencia cultural o simplemente por "si acaso", esta planta tiene un lugar especial en miles de casas. Pero, ¿qué hay detrás de esta creencia? ¿Por qué la ruda se asocia con la protección espiritual?
Una planta con historia y carácter
La Ruta graveolens, conocida popularmente como ruda, es una planta perenne originaria del sur de Europa que ha sido utilizada por siglos en medicina tradicional y rituales esotéricos. En culturas antiguas, como la romana o griega, se creía que protegía contra brujerías, enfermedades y maleficios. Incluso, en la Edad Media, se usaba como talismán contra las “malas miradas” y para espantar demonios.
Parte de esta fama viene de su intenso y penetrante aroma, que no todos encuentran agradable. Según creencias populares, los olores fuertes y amargos espantan las malas energías y “rompen” vibraciones negativas. En ese sentido, la ruda sería como una especie de escudo vegetal contra lo que no se ve, pero se siente.
¿Por qué se coloca en la entrada?
La entrada de una casa se considera un lugar clave en el flujo de energías. Es el punto por donde entra todo: personas, aire, intenciones... buenas y malas. Por eso, quienes creen en la energía espiritual del hogar, colocan plantas como la ruda cerca de puertas o ventanas. La idea es que “filtra” lo negativo y permite el paso solo a lo positivo.
Se dice incluso que, si la ruda plantada en la entrada se marchita de forma repentina, es porque ha absorbido una energía dañina, cumpliendo su misión protectora. ¿Mito o realidad? Eso depende de la fe y la mirada personal. Pero lo cierto es que muchas personas la mantienen como símbolo de protección y bienestar.
Un amuleto natural, no una garantía
Es importante decir que no hay evidencia científica que respalde los poderes “mágicos” de la ruda. Desde la ciencia, no existe un mecanismo que confirme que una planta pueda detener la envidia o bloquear malas intenciones. Sin embargo, el poder de las creencias y los rituales culturales sí está muy documentado: sentirse protegido o tener un símbolo de bienestar puede mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y crear un entorno emocional más seguro.
Además, la ruda sí tiene propiedades medicinales reconocidas: se ha usado como digestivo, antiinflamatorio y repelente natural. Eso sí, su uso debe ser moderado, ya que puede ser tóxica en grandes cantidades.
Más allá de la superstición
¿Colocar ruda en la puerta aleja las malas energías? Quienes creen, dirán que sí. Otros, simplemente, disfrutarán de una planta resistente y con personalidad. Y algunos más dirán: “no creo en esas cosas, pero por si acaso…”.
Más allá del debate entre ciencia y tradición, lo interesante es cómo ciertas prácticas nos conectan con nuestras raíces culturales y familiares, dándonos un espacio para recordar a nuestras abuelas, para sentirnos en control o simplemente para adornar nuestro hogar con un toque de verde y significado.
¿Tienes ruda en tu casa? Ya sea como ritual, decoración o por simple costumbre, esta planta sigue viva en el imaginario colectivo… y quizás, también en la entrada de tu hogar.