Tuyas marrones y con huecos: cómo evitar el problema más frecuente en setos

Un seto de tuyas puede ser la muralla verde perfecta, siempre que se mantenga frondosa y saludable. Descubre por qué muchas veces se ponen marrones y cómo mantenerlas impecables.

setos
Las manchas marrones en los setos no siempre significan enfermedad; a menudo son consecuencia directa de descuidos en los cuidados básicos.

Las "tuyas" (género Thuja) son unas de las coníferas más usadas en setos, gracias a su crecimiento rápido, su follaje denso y su capacidad de crear privacidad en poco tiempo. Sin embargo, bajo su apariencia rústica esconden una debilidad común: pueden presentar manchas marrones y perder ramas enteras, dejando huecos antiestéticos en la barrera verde.

Cuando esto ocurre, muchos piensan que la planta está enferma o que su vida útil terminó, pero la verdad es que, en la mayoría de los casos, el problema nace en los cuidados básicos.

El error más común: el riego inadecuado

El mayor enemigo de las tuyas es la falta de un riego equilibrado. Estas coníferas desarrollan raíces superficiales, lo que las hace especialmente sensibles tanto al exceso como a la escasez de agua.

thujas con ramas marrones
Las ramas marrones suelen comenzar desde la base, un síntoma claro de estrés hídrico o mal drenaje.
  • Exceso de riego: las raíces se asfixian y favorecen la aparición de hongos como Phytophthora, que bloquean la absorción de nutrientes y provocan ramas secas desde la base.
  • Déficit de riego: en veranos calurosos, las hojas escamosas de la tuya se resecan rápidamente, causando quemaduras y parches marrones.

Lo ideal es mantener un riego profundo y espaciado, que alcance la zona radicular, evitando mojar siempre el follaje. En suelos arcillosos conviene mejorar el drenaje con arena o grava antes de plantar.

Otros factores que provocan el tono marrón

Aunque el riego es el gran culpable, existen otros descuidos frecuentes que pueden acelerar el deterioro de las tuyas:

  • Poda incorrecta: las tuyas no rebrotan desde la madera vieja. Si al recortar el seto se eliminan ramas hasta esa zona, quedará un hueco permanente que la planta no podrá rellenar.
  • Falta de nutrientes: aunque son coníferas resistentes, las tuyas agotan el suelo con el tiempo. La falta de magnesio y hierro se refleja en un amarillamiento progresivo del follaje, que después se torna marrón. Aportar fertilizantes específicos para coníferas o correctores de hierro ayuda a prevenir este debilitamiento.
  • Plagas invisibles: ácaros y pulgones pueden succionar savia sin ser detectados, debilitando lentamente el follaje.
  • Exposición al sol fuerte: en veranos intensos, sobre todo en setos jóvenes, es común ver quemaduras en la cara más soleada.

Todos estos factores, aunque menos evidentes que el riego, actúan como un desgaste silencioso. Detectarlos a tiempo es la mejor forma de conservar el aspecto compacto y uniforme que caracteriza a los setos de tuyas.

Cómo recuperar un seto dañado

Si ya tienes manchas marrones o huecos, no todo está perdido. La recuperación requiere paciencia y algunos ajustes:

  • Revisa el riego y asegúrate de que el agua penetre en profundidad, pero sin encharcar.
  • Aplica fertilizantes ricos en magnesio y hierro para estimular un rebrote más uniforme en primavera.
fertilización thuja
La aplicación de fertilizantes con hierro y magnesio devuelve el verdor característico a las tuyas debilitadas.
  • Elimina ramas secas con podas ligeras, sin tocar la madera interna, de modo que los brotes verdes cercanos se expandan.
  • Incorpora mulch orgánico alrededor de la base para mantener la humedad y regular la temperatura del suelo.
  • Refuerza la ventilación, evita setos demasiado densos que acumulen humedad, ya que esto favorece hongos.

Una tuya dañada no se recupera de un día para otro, pero con cuidados adecuados puede recuperar el verdor perdido en cuestión de meses. Si bien algunas ramas no se regenerarán, la planta puede redensificarse con brotes nuevos alrededor, devolviendo el aspecto compacto del seto.