"Luego de un junio lluvioso en Chile, las precipitaciones podrían ser más escasas en julio", pronostica Meteored

Julio podría ser más seco que junio. La tendencia del ECMWF y Meteored indican que el inicio del segundo semestre del año sería mezquino con las precipitaciones sobre algunos sectores de Chile.

paraguas y un calendario
¿Será que podremos usar nuevamente los paraguas durante julio en Chile?

Junio nos ha dejado precipitaciones abundantes sobre Chile. El primer mes del invierno meteorológico se ha destacado por las lluvias, la nieve y también por eventos de frío intenso que han ocurrido en sectores del centro, sur y la zona austral.

Ahora, que nos encaminamos por la recta final del mes, comenzamos a mirar con más detalle lo que sucederá con el tiempo durante el mes de julio.

Aunque nos es imposible saber con seguridad cuánto lloverá o cuántas olas de frío —o calor, ¿porqué no?— ocurrirán durante el mes, sí podemos tener una idea de cuál será la tendencia climática para el segundo mes del invierno meteorológico.

Utilizando las informaciones que nos entregan los modelos del Centro Europeo de Pronóstico de Mediano Plazo (ECMWF), podemos pintar un esbozo de cómo debiera comportarse la temperatura y la precipitación en las diferentes zonas del territorio chileno continental.

mapas de anomalías de temperatura y precipitación
Las temperaturas deben comportarse según el promedio climático una gran extensión de Chile, mientras que las lluvias serán más escasas en zonas que usualmente reciben precipitaciones en esta época del año.

Los mapas de anomalías de precipitación son preocupantes, porque nos indican que el mes podría concluir con montos por debajo del promedio —recordemos que los meses del invierno son los más lluviosos en la zona central y también en la parte más norte de la zona sur de Chile—.

El tramo del centro sur, entre el Maule y La Araucanía, podrían ser uno los más afectados con un número menor de sistemas frontales que pasen por la zona, o que ellos sean de movimiento rápido y dejen menos precipitaciones con respecto a la climatología.

El que la zona insular o de fiordos patagónicos presente anomalías positivas de precipitaciones, es un indicativo de que los frentes serían mucho más frecuentes por esa parte del país, o que incluso contarían con un aporte extra de vapor de agua de los ríos atmosférico, así como lo hemos visto en los frentes que han llegado a esa zona del continente en las últimas semanas.

Las temperaturas por sobre el promedio, previstas sobre la zona austral de de Chile, sería un indicativo que estas masas de aire más húmedas y que se mueven de zonas más cálidas podrían llegar con una mayor frecuencia a la Patagonia.

La nieve acumulada en la cordillera podría verse perjudicada con las anomalías positivas de temperatura

La zona cordillera desde el centro y hacia el norte de Chile espera temperaturas por sobre el promedio, según los mapas del ECMWF, una situación que podría comprometer las reservas de agua para la temporada más cálida.

Recordemos que toda la nieve que se acumula en la cordillera de la zona central, contribuye para el abastecimiento de agua a sectores habitados, así como también es usada para el riego de los cultivos en épocas de primavera y verano.

Aunque las temperaturas en promedio son bajas en esta época, su aumento podría acelerar el derretimiento o impedir la acumulación de nieve en sectores cordilleranos de menor altura.

Imagen satelital de la zona central de Chile donde se ve la nieve en cordillera
Los sistemas frontales de esta temporada han aportado nieve a la cordillera, cubriéndola de blanco casi permanente desde el sur de Coquimbo y hasta la Patagonia.

En las últimas semanas, los ríos atmosféricos han dejado nieve abundante sobre la cordillera, en particular sobre la zona central y la Región de Coquimbo, zonas en donde la sequía de largo plazo aún prevalece.

El pronóstico actual del ECMWF nos indica que esta condición puede mantenerse, aunque está en peligro la posibilidad que lleguen más sistemas frontales intensos a la zona y que logren dejar nevadas abundantes, importantes para mantener la salud de los glaciares que se ubican en la cordillera central de nuestro país.