"Apuestas climáticas", ¿cómo se protegen las inversiones y se gana dinero en Wall Street ante los eventos extremos?

Los pronósticos meteorológicos ya no solo se utilizan para saber qué vestir, sino que las grandes empresas del mundo utilizan esta información para resguardar su capital financiero.

Sequía fondo atardecer
Los "derivados climáticos" se iniciaron en el ámbito financiero a fines de la década de 1990.

Es cierto que las condiciones meteorológicas tienen un impacto significativo en diversas industrias. En el caso de las empresas que venden gas, las bajas temperaturas en invierno aumentarán la demanda de sus productos, ya que las personas necesitarán calentar sus hogares. Pero si un invierno no es tan frío, lo que descienden son las ventas de estas empresas.

Por otra parte, en el sector agrícola el tiempo atmosférico también juega un papel crucial. Ejemplo de ello son las inundaciones que pueden destruir los cultivos, afectando la oferta y aumentando los precios de frutas y verduras. Además las sequías reducen significativamente la cantidad de agua disponible para el riego, lo que afecta el crecimiento y calidad de las plantas.

Como ya sabemos, el tiempo atmosférico es complejo de predecir a mediano y largo plazo. Es por ello que las empresas de diferentes rubros firman "contratos de futuro" con base en predicciones climáticas, las cuales se conocen coloquialmente como "apuestas climáticas". Pero técnicamente en el ámbito financiero se nombran como "futuros climáticos" o "derivados climáticos".

¿Cómo funcionan estos productos financieros?

El interés por los contratos de "futuros climáticos" ha incrementado en los últimos años. Según la información de CME Group, el volumen de las operaciones de este producto financiero se ha ¡cuadruplicado en un año! en la Bolsa Mercantil de Chicago.

Es un producto que le permite a las empresas mitigar los riesgos asociados al clima, dijo Samuel Randalls, profesor del University College London a BBC Mundo.

Cabe preguntarnos ¿quiénes son los más interesados en firmar? Los fondos de capital de riesgo, las empresas que trabajan con materias primas y las grandes empresas de energía, cuyo objetivo principal es proteger sus inversiones contra los eventos meteorológicos extremos y, si es posible, obtener beneficios económicos.

Dos mujeres viendo pantalla con gráficos
Estos derivados financieros se basan en cómo se ven afectadas las empresas debido a las condiciones atmosféricas.

Estos contratos están basados en las proyecciones meteorológicas a mediano y largo plazo. Al cumplirse el período del contrato se observa cómo evolucionó el tiempo atmosférico y si esas condiciones trajeron ganancias o pérdidas. Cabe mencionar que no hay un formato estándar, sino que los contratos se redactan de acuerdo a las necesidades de las partes firmantes.

La variación de temperatura se convirtió en un gran negocio ¡y seguirá aumentado su interés!

Las "apuestas climáticas" se basan en los índices climáticos. Para ello existen los "grados de calor por día" y "grados de frío por día". Como consecuencia, la variable meteorológica más utilizada en estos productos financieros es la temperatura del aire.

Los derivados climáticos nacieron a finales de la década de los 90. Surgieron en el sector de las empresas de energía para manejar las fluctuaciones de los riesgos asociados al clima, mecionó Randalls a BBC Mundo.

"Otra cosa importante para entender este mercado es que los derivados climáticos se distinguen de un seguro climático para protegerse en caso de catástrofe, porque la empresa que contrata un seguro tiene que demostrar que sufrió una pérdida irreparable para conseguir una indemnización. En cambio, al adquirir un derivado climático, solo se paga el depósito por adelantado y cuando vence el plazo no hay que demostrar daños", señala BBC Mundo.

Se proyecta que con el paso de los años más empresas se incentiven para proteger sus inversiones de potenciales pérdidas debido al cambio climático. Por ende, el juego tendría más participantes y con ello aumentarían las "apuestas climáticas". Como podemos ver, todo es negociable, incluso las proyecciones meteorológicas.