Casi 200 años tiene la tortuga más vieja del mundo, ¡conócela!

Las tortugas son consideradas las campeonas en longevidad entre los animales terrestres. Pero, ¿por qué será que viven tanto? Te lo contamos.

tortuga gigante
Entre los animales terrestres y complejos, las tortugas se destacan por tener una gran longevidad.

Las tortugas son consideradas los reptiles más antiguos del planeta, ya que aparecieron hace más de 200 millones de años. Estos animales son llamados de quelonios, y algunos de ellos pueden vivir más que cualquier ser humano. Sin embargo, la edad promedio de una tortuga no depende de su especie, sino que más bien del ambiente en el que habita.

Según la veterinaria especialista, Mariana Pestelli, es difícil crear una expectativa de vida de los animales en la naturaleza, dado que eso depende mucho del hábitat —si es un local con mucho depredadores o no. "En la naturaleza, los animales sufren amenazas todos los días. Por esto, los especímenes en cautiverio —siempre y cuando sean viven cuidados— viven más", aseguró la especialista.

Pero no solo el hábitat explica este fenómeno. Según algunos cientistas, mientras más bajo sea el metabolismo de un ser vivo, más grande será su expectativa de vida. Y esta es una de las características más destacables de estos reptiles.

No es apenas un factor, si no que el conjunto de ellos lo que garante que las tortugas puedan vivir por muchísimos años.

Estos animales tienen, en general, sangre frío, por lo que no producen energía en exceso, solo lo que necesitan para garantizar su sobrevivencia; un gran número de ellos son lentos, crecen lentamente en la fase adulta y tiene un metabolismo lento, lo que les permite sobrevivir bastante tiempo sin comida: este conjunto de factores puede contribuir para demorar el proceso de envejecimiento.

Las tortugas más viejas de las historia

En la actualidad, la tortuga más longeva completó los 190 años. Se llama Jonathan y es una tortuga gigante de Seychelles (Aldabrachelys gigantea hololissa), y dada a su edad ganó su lugar en el libro Guinness de récords como el animal terrestre vivo más longevo.

No existen documentos oficiales que indiquen la fecha exacta de su nacimiento, pero mediante una fotografía antigua, que muestra su llegada a Santa Helena, archipiélago de Seychelles en 1882, donde aparentemente tendría unos 50 años, sugiere que el animal habría nacido, al menos, en 1832.

Además de haber sido testigo de dos Guerras Mundiales y la caída de la Unión Soviética, este animal también acompaño algunos hitos de la humanidad: la invención de la ampolleta (1879), la finalización de la Torre Eiffel (1887) y la llegada de la humanidad a la Luna (1969).

A pesar de verse en buen estado, con energía y de amar la compañía de los humanos, Jonathan ya comienza a sentir la edad sobre su caparazón —como cualquier otro ser vivo. Jonathan perdió la visión y el olfato, aunque todavía escucha sin problemas. Actualmente vive y pasea libremente por los jardines de la Plantation House, en compañía de otras tres tortugas gigantes: Emma, Fred e David.

Alagba, la tortuga de casi 350 años

Alagba —que significa "el más viejo"— era una tortuga gigante, considerada la más longeva en África, que murió en octubre de 2019 a los 344 años, en Ogbomoso, una ciudad al suroeste de Nigeria.

La tortuga macho fue conocida por la forma en la que era tratada, dado que el rey prescindía de sus recursos para brindarle bienestar: tenía dos funcionarios del palacio dedicados a tiempo integral a los cuidados del animal. Murió producto de una enfermedad súbita, en el palacio del rey de Ogbomoso, Oba Oladunni Oyewumi, en donde viviera durante siglos.

Incontables turistas la visitaban todos los días, desde diferentes partes del mundo. Tras su muerte, su cuerpo fue preservado, para que todos pudiesen continuar disfrutando de su presencia.