El Niño 2023-2024: los diferentes momentos en su vida hasta llegar al actual peak

El Niño habría alcanzado su máxima intensidad en el Pacífico ecuatorial central, sin embargo, en la costa peruana y chilena esto ocurrió hace algunos meses atrás.

Anomalías de SST
Anomalías de temperatura superficial del mar en la semana entre el 14 y 20 de enero de 2024. Figura: CIIFEN.

Enero va en camino a ser uno de los más cálidos en la historia. En parte, gracias al actual evento El Niño que se encuentra en su fase de madurez. En este artículo aprovecharemos de revisar algunos datos que muestran la evolución del desarrollo de este evento El Niño y cómo ha influido en la temperatura del mar frente a la costa de Chile central.

Podríamos comenzar por lo básico. El Niño es un fenómeno que afecta tanto al océano como a la atmósfera del Océano Pacífico ecuatorial y que luego sus impactos se expanden en todas las latitudes. Por eso se dice que es un "fenómeno acoplado": cuando se calienta el mar la atmósfera tiene una respuesta.

Para medir este calentamiento oceánico, se monitorean distintas regiones en el Pacífico ecuatorial y se les nombra. Así es más fácil identificar dónde está ocurriendo el calentamiento. Actualmente, en el Pacífico central, es decir en la región El Niño 3.4, el calentamiento alcanza una anomalía de 1,7°C en la escala semanal, mientras que el último valor mensual fue de casi 2°C sobre lo normal en el mes de diciembre.

Esto indicaría que el evento está en su máxima intensidad desde que comenzó. Al menos en el Pacífico central, porque en el costa sudamericana, en la región El Niño 1+2, las anomalías mensuales alcanzaron su peak entre julio y agosto del año pasado, superando los 3°C de anomalía.

Serie SST
Serie de anomalía mensual de temperatura superficial del mar en las regiones El Niño (ver mapa arriba). Datos: NOAA-ERSSTv5.

Si nos remontamos al inicio del evento, a comienzos del año pasado, fue la costa sudamericana (El Niño 1+2) la que se calentó primero. El calentamiento comenzó en octubre de 2022 y alcanzó su máxima intensidad en el invierno siguiente.

El Pacífico central se comenzó a calentar ligeramente después que la costa sudamericana, y no con la misma rapidez. El calentamiento llega a occidente (El Niño 4) con un peak en diciembre de 2023, varios meses después que en la costa peruana y al menos 1°C menos intenso.

En la zona El Niño 3.4, que suele ser el principal indicador cuando se habla de El Niño, la taza de calentamiento fue menor a lo observado en la costa de Perú. De hecho, se estableció primero El Niño Costero que El Niño global.

¿Y el acoplamiento de la atmósfera?

Como mencionamos más arriba, El Niño no depende exclusivamente del océano. Hay una fuerte componente atmosférica que tiene que responder —y realimentar— a las anomalías de temperatura del mar. Por eso es que medir el peak del fenómeno basándonos exclusivamente en lo que hace el mar no está necesariamente bien.

Hay dos variables atmosféricas (entre muchas otras) que esperamos respondan al calentamiento del mar y podemos medir: la presión y la nubosidad. La presión la medimos a través del Índice de Oscilación del Sur (SOI), que mientras más negativo indica que la presión está disminuyendo frente a Sudamérica y aumentando hacia Oceanía, es decir, un evento El Niño.

La nubosidad la medimos con una variable que llamamos Radiación de Onda Larga Saliente (OLR, por su sigla en inglés), que mientras más negativo indica una mayor actividad de nubes de tormenta en el Pacífico ecuatorial; esto como respuesta al calentamiento del mar.

Series ENSO
Anomalías mensuales del Índice de Oscilación del Sur (SOI) y Radiación de Onda Larga Saliente (OLR) en eje izquierdo; y anomalías mensuales de temperatura superficial del mar (eje derecho). SOI y OLR obtenidos de NOAA.

Si vemos la evolución de estos indicadores, podemos notar que tanto el SOI como la OLR respondieron al calentamiento (mayoritario en la región El Niño 1+2) a comienzos de 2023. La variable que reaccionó primero fue la presión, algo así como un mes antes que la OLR. El índice SOI llegó a su máxima intensidad (mínimo relativo) durante el invierno de 2023 (coincidente con la temporada lluviosa en Chile), mientras que la mayor actividad nubosa está su máximo actualmente —muy de la mano, ambos indicadores, con el máximo calentamiento en la región El Niño 3.4.

Frente a la costa de Chile es otra cosa

Como se puede ver en el primer mapa de esta publicación, la costa chilena está bastante alejada del Pacífico ecuatorial, por lo que no necesariamente se calienta y enfría al mismo ritmo que lo hace El Niño 3.4. Sin ir más lejos, actualmente la costa chilena (South Pacific, en la figura) está más fría de lo normal, opuesto a lo observado en El Niño 3.4.

Serie Pacífico Sur
Anomalías mensuales del Índice de Oscilación del Sur (SOI) en eje izquierdo y anomalías mensuales de temperatura superficial del mar (eje derecho). Datos en el Pacífico Sur: NOAA-ERSSTv5.

Pero cuando comenzó el evento, fue la costa del Pacífico Sur la que se empezó a calentar primero, claro que a un ritmo menor que el observado en la costa peruana y alcanzando también un máximo bastante menor.

El máximo calentamiento frente a la costa de Chile se alcanzó en invierno de 2023, de la mano con la menor intensidad del Anticiclón del Pacífico Sur —a juzgar por el bajo valor del SOI.

Actualmente, esta región del Pacífico Sur se encuentra en valores negativos de anomalía, respondiendo (o en sintonía) con una transición hacia la fase positiva del SOI, dando a entender, que desde este punto de vista, el peak de El Niño ha pasado.

Entonces, son varias las señales las que indican que la máxima intensidad de El Niño se vivió en diciembre y lo que va de enero, dado espacio sólo al debilitamiento del fenómeno de aquí en adelante.