Europa tala y quema de árboles como fuente de energía limpia

Mientras lideres mundiales toman acuerdos para reducir los gases de efecto invernadero, nace la idea de cortar árboles y quemar madera para generar electricidad, promoviéndolo como energía limpia. Conoce más en la siguiente nota.

Pellets de madera
La biomasa es básicamente utilizar la materia orgánica como fuente energética, como es el caso de los pellets de madera.

En Europa, millones de pellets de madera están sustituyendo al carbón para generar electricidad, incluso proclamándolo como combustible limpio, con la posibilidad de que los países logren sus objetivos de energía renovable.

Estos llamados biocombustibles de madera hoy son el núcleo de una industria que crece a pasos agigantados, valorada en 50 mil millones de dólares a nivel mundial el pasado 2020.

Suena bastante preocupante usar la madera para sustituir un combustible fósil como energía limpia, pero la razón que tienen para considerar esto, tiene que ver con que los bosques pueden volver a crecer luego de la tala y quema de árboles.

Sin embargo, la tala de árboles para la quema en centrales eléctricas puede añadir más carbono a la atmósfera que la quema de carbón. Por ejemplo, para generar solo un 2% más de electricidad a partir de la quema de madera, tendrían que duplicar las cosechas en el mundo.

Según sus defensores, es una actividad de cero emisiones netas, y tanto la Unión Europea como otros gobiernos aceptan este argumento: que la madera es un combustible con cero emisiones. Pero si pensamos en las chimeneas como ejemplo, la quema de madera emite más gases de efecto invernadero que el carbón.

En cambio, quienes critican la industria de la biomasa afirman que, gracias al complejo sistema que existe hoy para contabilizar las emisiones, se ha producido un vacío de información y apuntan a que los países hoy no tienen la obligación de contar las emisiones de carbono generadas por la quema de madera, permitiendo que los biocombustibles prosperen como solución climática.

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El Reino Unido, anfitrión de la pasada cumbre sobre el clima COP26, es el mayor consumidor de pellets de madera del mundo. La central eléctrica de Drax, en Yorkshire, que solía ser la planta de carbón más grande del territorio, hoy en día se mantiene en base a pellets de madera y Drax se ha convertido en un agente fundamental del mercado internacional de este producto.

Los defensores ambientales y científicos advirtieron a los líderes mundiales, que la tala de bosques socavaría la lucha contra el cambio climático, ya que al quemarlos, agravaría la crisis climática durante las próximas décadas, pero lamentablemente hay países que siguen el ejemplo del Reino Unido, como Japón y Corea del Sur que ya están importando pellets de madera.

El problema por usar la madera

La industria de la biomasa sostiene que las emisiones causadas por la tala y la quema de árboles se compensan con los que crecen en su lugar. Sin embargo, los árboles tardan mucho en crecer.

“Cuando se talan árboles, se crea una deuda de carbono y los árboles recién plantados tardan mucho en recuperar la reserva de carbono que se perdió”, dice Rich Birdsey, experto en presupuestos de carbono forestal del Centro de Investigación Climática Woodwell.

El tiempo de recuperación de carbono debido a la quema de árboles oscila entre 44 y 104 años. Mientras tanto, las centrales eléctricas que queman madera siguen liberando CO2 a la atmósfera, tal como si estuviesen quemando carbón.

En el marco del programa Objetivo 55 de la Unión Europea para reducir las emisiones en un 55% para 2030, la energía proveniente de la biomasa todavía está etiquetada como neutra en carbono. Sin embargo, el Comité de Cambio Climático del Reino Unido advirtió que debería limitarse la energía de la biomasa a un corto plazo.

De todas formas estas advertencias no han evitado que la industria siga creciendo, algo que los líderes mundiales deben poner con urgencia, realizando más acciones para revertir el cambio climático.