Predicción actualizada sobre La Niña: continuará durante el verano del hemisferio sur a la espera de un nuevo El Niño
Grandes centros climáticos, como el CIIFEN, la NOAA y el ECMWF, coinciden en que La Niña seguirá activa durante el verano del hemisferio sur. Las aguas frías del Pacífico ecuatorial mantendrán su influencia antes de una posible transición a El Niño.
El fenómeno de La Niña sigue dominando el Pacífico ecuatorial y todo indica que persistirá durante el verano austral 2025-2026, según el más reciente boletín del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN).
A pesar de que el escenario típico tras una Niña, es el retorno de condiciones neutras o la eventual aparición de un nuevo El Niño, las proyecciones del Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Plazo Medio (ECMWF) y el Modelo Norteamericano Multimodelo (NMME, por sus siglas en inglés) apuntan a que las anomalías negativas de temperatura superficial del mar se mantendrían al menos hasta febrero de 2026.
Condiciones frías y fortalecimiento de los vientos alisios
Durante octubre y comienzos de noviembre, las anomalías frías del Pacífico ecuatorial central se intensificaron, con registros de hasta –2 °C por debajo del promedio.
Según la NOAA, entre agosto y septiembre se desarrollaron dos ondas Kelvin frías, que se propagaron hacia el este, reforzando el enfriamiento tanto en la superficie como bajo los primeros 150 metros del océano.
A nivel atmosférico, los vientos del este (alisios) se fortalecieron de manera significativa, mientras que los vientos del oeste lo hicieron en el Pacífico occidental, evidenciando un patrón atmosférico típico de La Niña.
A su vez, el Índice de Oscilación del Sur (IOS) superó el umbral positivo de +7 puntos, valor característico de este fenómeno. El último registro del 11 de noviembre fue de +13,1, una cifra que confirma la consolidación del evento.
Coincidencia internacional: NOAA, IRI y CIIFEN prevén continuidad de La Niña
El boletín más reciente de la NOAA (noviembre 2025) proyecta una probabilidad superior al 80 % de que La Niña se mantenga activa entre noviembre y enero, y de un 70 % hasta marzo de 2026.

Hacia el otoño del próximo año, se prevé una transición hacia condiciones neutras, aunque los modelos no descartan el regreso de El Niño durante el segundo semestre de 2026.

El Instituto Internacional de Investigación para Clima y Sociedad (IRI) respalda este escenario. Sus modelos dinámicos y estadísticos, actualizados al 20 de octubre, muestran anomalías negativas de entre –0,5 y –1 °C durante el verano, con un debilitamiento paulatino hacia el otoño.
Efectos esperados en Sudamérica
De acuerdo con el CIIFEN, las consecuencias de La Niña se manifestarán de forma desigual a lo largo del continente. Se prevén precipitaciones bajo lo normal en el sur de Chile, norte de Argentina, parte de Bolivia, Uruguay y noreste de Brasil, mientras que Centroamérica, Colombia y el sureste de Brasil experimentarían lluvias sobre lo normal.

Por otro lado, habrá más lluvias de lo habitual en Centroamérica, gran parte de Colombia y el sureste de Brasil. En Chile, el panorama apunta a un verano seco y caluroso, sobre todo en la zona central y sur, con mayor riesgo de incendios forestales y persistencia del déficit hídrico, aunque la Patagonia podría recibir algunos episodios de lluvia asociados al paso de sistemas frontales.
Más calor en el sur del continente
Los modelos ECMWF y NMME anticipan anomalías cálidas del aire de hasta +1,5 °C por sobre el promedio en gran parte del sur y noreste de Sudamérica, incluyendo Chile, Argentina y Brasil, mientras que el noroeste del continente mantendría temperaturas cercanas a lo normal.

Los modelos del ECMWF proyectan que la temperatura del aire se mantendrá por encima de los valores normales en el sur y centro del continente, con anomalías de hasta +1,5 °C en regiones de Argentina, Brasil y Chile.

A nivel oceánico, ambos modelos mantienen anomalías frías de hasta –1,5 °C en el Pacífico ecuatorial, confirmando la persistencia del episodio frío.