¿Sabes cuánta sal consumes? La mayoría de las personas supera el límite recomendado por la OMS sin darse cuenta

Aunque la OMS recomienda no superar los 5 gramos de sal diarios, en Chile la población consume casi el doble, principalmente a través de alimentos procesados. El exceso de sodio no solo aumenta el riesgo de hipertensión, sino también de enfermedades cardiovasculares y cáncer gástrico.

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La OMS recomienda consumir no más de una cucharadita de sal al día.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar el consumo diario de sal de una persona adulta a no más de 5 gramos al día: el equivalente a una cucharadita. Sin embargo, en gran parte del mundo este límite es superado con creces. En Chile, se estima que el consumo diario llega a 9,4 gramos.

Detrás de este alto consumo están principalmente los alimentos procesados, no solo los salados. Con diferentes nombres, la industria de los alimentos la utiliza como conservante, inhibiendo microorganismos y extendiendo la vida útil de los productos, para mejorar la textura, fortalecer la masa de pan o retener agua y aromas, entre otros. Así, basta un par de alimentos procesados al día para superar lo considerado saludable.

¿Cuánta sal se esconde en un día común?

La nutricionista Natalia Contreras, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello, explica que la ingesta diaria recomendada para un adulto es, de hecho, menos de lo que dice la OMS. Unos 1.500 miligramos de sodio al día, lo que equivale aproximadamente a 3,8 o 4 gramos de sal.

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Los especialistas recomiendan leer las etiquetas de los alimentos procesados para conocer la cantidad de sal y sus derivados.

“El sodio lo incorporamos principalmente a través del cloruro de sodio, es decir, la sal que agregamos a las preparaciones, pero también está presente en la mayoría de los alimentos ultraprocesados. Estas cifras incluyen tanto la sal añadida como el sodio intrínseco de los alimentos”, sostiene.

En Chile, en un día se puede hasta triplicar la dosis recomendada, explica. “Por ejemplo, en el desayuno, un adulto que consuma 100 gramos de pan —marraqueta o hallulla— con una lámina de queso chanco ya supera los 1.000 miligramos de sodio. El pan aporta entre 600 y 700 miligramos y el queso entre 300 y 400”.

Una sopa instantánea puede tener entre 800 y 900 miligramos de sodio. Agregarle un caldo al sumar alrededor de 600 miligramos más. En la once o la cena, un pan con jamón o queso más una lata de bebida aporta cerca de 500 miligramos adicionales. Un completo —con pan, vienesa, aderezos, queso y mayonesa— suma entre 1.000 y 1.200 miligramos extra.

“Todos estos provienen principalmente de alimentos ultraprocesados: quesos, jamón, sopas instantáneas, caldos, bebidas gasificadas, embutidos y aderezos. Un consumo de este tipo alcanza entre 3.900 y 4.000 miligramos diarios, lo que duplica la recomendación de la OMS y casi triplica la referencia dietética para adultos”.

Claves para reducir el consumo en casa

Además de disminuir la cantidad de sal que se le agrega a los alimentos cocinados en casa, reemplazándolos por hierbas, especias y aliños naturales, por ejemplo, la recomendación es revisar las etiquetas de los productos procesados, donde la sal y sus derivados pueden encontrarse como: cloruro de sodio, sodio, glutamato monosódico (MSG) o fosfato disódico, por ejemplo.

“El exceso de sodio se asocia directamente con hipertensión arterial, un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, y también hay evidencia de que una dieta alta en sodio puede aumentar el riesgo de cáncer gástrico, patología muy prevalente en Chile”, advierte la especialista.

“A nivel de políticas públicas, se debe avanzar en el etiquetado nutricional y en la reducción del sodio en alimentos de alto consumo, como el pan. Aunque existen algunas herramientas eficaces desde la salud pública, aún resultan insuficientes frente al consumo real”, subraya.