El telescopio chileno que acercará el universo a las aulas: la UNAB llevará la astronomía a todo el país

El nuevo telescopio docente de la Universidad Andrés Bello marcará un hito en la enseñanza y divulgación astronómica nacional. Desde el Observatorio Las Campanas, permitirá observar el cielo chileno en tiempo real desde cualquier rincón del país.

Los observatorios astronómicos se construyen en lugares altos para evitar la contaminación lumínica y atmosférica. A mayor altitud, el aire es más limpio y estable, lo que permite observar el cielo con mayor nitidez y precisión (imagen obtenida de Carnegie Las Campanas Observatory).

Chile es uno de los mejores lugares del mundo para observar el universo. Su cielo seco, limpio y despejado la mayor parte del año ha atraído por décadas a la comunidad científica internacional. Sin embargo, gran parte de esos instrumentos están reservados para la investigación avanzada y fuera del alcance de las universidades y colegios.

Por eso, la reciente iniciativa impulsada por la Universidad Andrés Bello (UNAB) —en colaboración con Carnegie Science— busca abrir una nueva ventana al cosmos: un telescopio docente que permitirá a estudiantes, académicos y aficionados conectarse con la observación astronómica en tiempo real, desde cualquier región del país.

Un observatorio al alcance de todos

La estación astronómica se ubica en el Observatorio Las Campanas, en la frontera entre las regiones de Atacama y Coquimbo, a unos 2.400 metros de altitud. Este sitio, conocido por su estabilidad atmosférica y sus noches despejadas, alberga también proyectos de gran envergadura como el futuro Telescopio Gigante Magallanes (GMT).

En ese entorno privilegiado, la UNAB instalará un telescopio Ritchey-Chrétien de 18 pulgadas, construido con un material especial que minimiza la dilatación térmica, garantizando imágenes precisas y estables.

El proyecto se encuentra actualmente en su etapa final de instalación, y sus primeras observaciones están previstas entre diciembre y enero. Si todo avanza según lo planificado, estará completamente operativo durante el segundo semestre de 2026.

Pero lo más innovador de este proyecto no es solo su tecnología, sino su enfoque educativo. A diferencia de otros telescopios de investigación, este instrumento podrá ser controlado de manera remota, lo que significa que un estudiante de Arica, un profesor de Concepción o una escuela rural de la Región de los Lagos podrán acceder al telescopio, planificar observaciones y analizar los datos obtenidos sin moverse de su aula. De esta forma, el aprendizaje dejará de estar confinado a los libros y podrá vivirse en directo, observando galaxias, cúmulos estelares o incluso tránsitos de exoplanetas.

Ciencia, educación y comunidad

La iniciativa va más allá de la enseñanza universitaria. Uno de sus ejes fundamentales será la vinculación con las comunidades locales, en especial con las escuelas cercanas al observatorio, ubicadas en localidades como Incahuasi, Cachiyuyo y Domeyko. Allí, el proyecto buscará despertar la curiosidad científica y el sentido de pertenencia con el cielo del norte, reconocido internacionalmente como patrimonio natural y cultural.

Además, el telescopio será una herramienta para la formación de nuevos científicos. Servirá para prácticas de observación astronómica, cursos de procesamiento de imágenes, e incluso proyectos de investigación en astrofísica.

En el ámbito académico, se espera que contribuya al estudio de núcleos activos de galaxias cercanas, la identificación de exoplanetas mediante observación de tránsitos y la caracterización de objetos estelares variables.

La instalación de este telescopio también simboliza un cambio de paradigma en la educación científica chilena, al combinar investigación, docencia y extensión. No se trata solo de mirar el cielo, sino de acercar la ciencia a la ciudadanía y construir una cultura científica más participativa e inclusiva.

Con este paso, la Universidad Andrés Bello se suma a una tendencia mundial: la democratización del acceso a la astronomía. En un país donde los cielos del norte son considerados una ventana privilegiada al universo, el desafío ahora es que esa ventana se abra también para las aulas, los jóvenes y las comunidades.

El telescopio docente de Las Campanas no solo permitirá observar los astros, sino también imaginar futuros posibles, donde la ciencia deje de ser un conocimiento distante para convertirse en una experiencia compartida, inspiradora y accesible para todos.

Referencias de la noticia

- Noticias Universidad Andés Bello. UNAB lidera ambicioso proyecto internacional para estudiar el corazón de la Vía Láctea.

- Noticias Universidad Andrés Bello. UNAB lanza estación astronómica en Observatorio Las Campanas.