536 d. C.: el peor año de la historia del planeta para estar vivo

Los últimos años han sido bastante catastróficos en el mundo, con diversas manifestaciones, pero aún así, hay un año que puede ser considerado como el peor de la historia.

erupción volcánica
Las erupciones volcánicas son explosiones o emanaciones de lava, ceniza y gases tóxicos desde el interior de la Tierra a través de los volcanes, que pueden llegar a modificar el clima de una región y del mundo.

Llevamos poco tiempo de 2022 y ya partimos con noticias complejas en el mundo, como por ejemplo, la gran erupción volcánica en Tonga. Podríamos pensar que partimos con el pie izquierdo y que este año se vislumbra bastante negativo, pero para no bajar los ánimos, deben saber que han existido años peores.

Michael McCormick, profesor de historia de Harvard, lleva años estudiando y documentando las catástrofes más devastadoras, concluyendo en la revista Science que "el año 536 fue el comienzo de uno de los peores períodos —sino el peor— para estar vivo" .

Algunos años malos en la historia

Si indagamos en el pasado, encontraremos varios años "bastante malos", como 1347 donde la peste negra afectó a gran parte de Eurasia o en 1815 llamado "el año sin verano".

¿Y si hablamos de décadas? En la de 1330, llegó la hambruna y arrasó con Yuan, China. Lo mismo ocurrió en la de 1590 con Europa, y en 1490 la viruela, la sífilis y la influenza comenzaron a abrirse camino entre las poblaciones indígenas de las Américas.

¿ Por qué 536 d. C. sería el peor año de la historia?

536 d. C. es el candidato para ser elegido como el peor año en la historia. McCormick argumenta que todo fue provocado por un cambio climático rápido y drástico, luego de una erupción volcánica que llevó a un invierno volcánico por una década, conocido también como la edad oscura, por la gran cantidad de cenizas.

China sufrió nevadas en verano y las temperaturas medias en Europa cayeron 2,5°C. Esto trajo enormes consecuencias, como hambruna, pestes, guerras, etc.

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Más tarde, en 541, la peste bubónica llegó a Egipto y terminó con la vida de un tercio de la población. Incluso en países lejanos como Perú, las sequías afectaron considerablemente.

Importancia de conocer que ocurrió antes

Existe en los historiadores un claro interés en conocer lo que ocurrió antes, para colaborar con los científicos y reconstruir el pasado. Lo poco que sabemos sobre esos momentos complejos, proviene de fuentes escritas.

Por ejemplo, de 536, el historiador bizantino Procopio escribió: "se ha producido un presagio de lo más terrible", y el senador romano Casiodoro dijo en el 538: "el Sol parece haber perdido su luz habitual y aparece un color azulado. Nos maravillamos de no ver sombras de nuestros cuerpos al mediodía y sentir el poderoso vigor de su calor desperdiciado en debilidad".

Sin embargo, los avances reales en la comprensión histórica de este "peor año" están surgiendo a través de técnicas avanzadas como la dendroclimatología y el análisis de núcleos de hielo.

Las consecuencias no habrían sido evidentes inmediatamente, y, semejante a una rana en una olla de agua que comienza a hervir, las personas se habrían percatado de la realidad cuando ya era tarde.

Ulf Büntgen detectó evidencia de un grupo de erupciones volcánicas en 536, 540 y 547, en patrones de crecimiento de anillos de árboles. Del mismo modo, el análisis del hielo de un glaciar suizo realizado por el arqueólogo Michael McCormick y el glaciólogo Paul Mayewski ha sido clave para comprender cuán severo fue el cambio climático de 536.

La mayoría de los que vivían en 536 probablemente no se daban cuenta que lo pasaban tan mal. Y si lo hacían —como la fábula síndrome de la rana hervida— era muy lentamente sin percatarse de cuán sombrías se estaban volviendo las condiciones en su entorno.

Incluso, el peor momento no hubiera sido en 536, sino algún tiempo después, cuando los efectos de las plagas, las sequías y las hambrunas se manifestaron realmente.