¡Arroz chileno a prueba de sequía! Científicos siembran con éxito en pleno desierto de Arica

Científicos del INIA lograron cultivar arroz tolerante a la sequía en Arica, uno de los lugares más áridos del planeta. Este avance promete transformar la agricultura del norte de Chile y enfrentar con éxito los desafíos del cambio climático.

Jaspe: arroz blanco de grano largo y ancho
Jaspe: arroz blanco de grano largo y ancho, desarrollado por el INIA como una variedad eficiente en el uso del agua para una producción agrícola sostenible. © INIA.

Un cultivo impensado se abre paso en el extremo norte de Chile. Científicos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) lograron algo que parecía ciencia ficción: sembrar arroz en condiciones desérticas. Pero no se trata de cualquier variedad, sino de una cepa especial, capaz de crecer con poca agua y que promete revolucionar la agricultura nacional frente al cambio climático.

Sembrar arroz en el desierto ya no es una locura: una nueva cepa resistente a la sequía podría cambiar la agricultura chilena frente al cambio climático.

En plena región de Arica y Parinacota —una de las regiones más áridas del planeta—, se están desarrollando pruebas de un arroz genéticamente adaptado a la sequía, algo inédito en nuestro país. Este avance no solo podría diversificar la matriz alimentaria del norte chileno, sino también posicionar al país como pionero en soluciones agrícolas frente al estrés hídrico.

Un arroz que desafía al desierto

El proyecto, desarrollado por científicos del INIA junto al Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), busca cultivar arroz en zonas donde el riego tradicional es insostenible. Gracias a técnicas de mejoramiento genético, este arroz puede crecer en suelos con poca humedad y altas temperaturas, haciendo viable su producción en ambientes donde el cultivo jamás se había planteado.

La prueba piloto se realizó en el valle de Lluta, donde la cepa demostró gran tolerancia a condiciones de baja disponibilidad hídrica, además de mantener un rendimiento nutricional comparable al arroz tradicional.

Según los investigadores, esto marca un hito para la seguridad alimentaria del norte grande, cada vez más afectado por la escasez de agua.

Carlos Furche, director nacional del INIA, destacó que este proyecto marca un hito al poner en producción la parcela de Pampa Concordia, demostrando que es posible hacer agricultura en el desierto. Subrayó que la inversión en investigación acelera el desarrollo de semillas y pone la ciencia al servicio de los productores, además de abrir nuevas oportunidades para diversificar la economía regional.

Jaspe FL INIA: el arroz chileno inteligente que desafía la sequía

Sembrar arroz en el desierto ya no suena a locura. En pleno corazón de Pampa Concordia, científicos chilenos están probando con éxito una variedad llamada Jaspe FL INIA, un arroz de grano largo y blanco diseñado para climas extremos.

Esta joyita fue creada por el Programa de Mejoramiento Genético del INIA, a partir del cruce entre germoplasma ruso y chileno. ¿El resultado? Un arroz "climáticamente inteligente", capaz de crecer rápido y con muy poca agua.

Pero el secreto del éxito no está solo en la semilla, sino también en cómo se cultiva. A diferencia del método tradicional que inunda los campos, en Arica el riego se hace mediante goteo subterráneo, lo que permite aprovechar cada gota. Y no es solo teoría: pruebas anteriores en Maule y Ñuble demostraron que este arroz puede rendir hasta 10 toneladas por hectárea, ¡ahorrando cerca del 50 % del agua!

Autoridades y científicos visitan el predio Pampa Concordia del INIA en Arica para verificar en terreno el desarrollo del cultivo de arroz sembrado en mayo de 2025. © INIA.
Autoridades y científicos visitan el predio Pampa Concordia del INIA en Arica para verificar en terreno el desarrollo del cultivo de arroz sembrado en mayo de 2025. © INIA.

Y como si eso fuera poco, los investigadores le sumaron tecnología de punta. Con el uso del speed breeding —una técnica para acelerar el desarrollo genético— y el uso de bioestimulantes naturales a base de hongos endófitos, este cultivo ha sido potenciado al máximo. El arroz no solo crece rápido y con poca agua, sino que también resiste mejor las condiciones adversas del desierto.

Si todo sigue viento en popa, la primera cosecha de arroz en la historia de Arica y Parinacota podría concretarse en solo cinco o seis meses. Un verdadero hito para la agricultura nacional, que demuestra que con ciencia, innovación y creatividad, incluso un cultivo tradicional como el arroz puede reinventarse en medio del desierto.

Referencia de la noticia

-INIA. Inédito: científicos del INIA prueban sembrar arroz que resiste a la sequía en Arica y Parinacota.