Correr unos minutos al día puede transformar tu salud, según nuevos hallazgos

Una investigación reciente sugiere que no es necesario correr largas distancias ni pasar horas en el gimnasio para mejorar la salud. Bastan pocos minutos diarios de ejercicio intenso para fortalecer el corazón y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

Correr activa al cuerpo, despeja la mente y fortalece el corazón. Es el ejercicio más simple con los beneficios más completos.

El running se ha popularizado mucho en el último tiempo. Más que una moda, cada vez se conocen más beneficios de este tipo de ejercicio para la salud física: desde aumentar la resistencia hasta mejorar el metabolismo y favorecer la pérdida de grasa. Sin embargo, aún hay un gran porcentaje de adultos que no realiza suficiente actividad física, y la falta de tiempo aparece como el principal motivo.

Aquí es donde el running gana fuerza, porque es un deporte sencillo que no requiere equipamiento especial, solo ganas y unas buenas zapatillas. Además, correr por intervalos se vuelve especialmente útil, ya que permite obtener grandes resultados en poco tiempo.

Correr poco, pero con intensidad, hace la diferencia

El estudio subraya que el secreto no está en la duración del ejercicio, sino en la intensidad. Actividades breves, pero vigorosas, como trotar o subir escaleras con rapidez, pueden activar mecanismos fisiológicos que fortalecen el corazón y mejoran la circulación sanguínea.

Según los investigadores, incluso sesiones cortas de entre tres y seis minutos de carrera al día pueden disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas hasta en un 30 %.

Un ejemplo es el método 10-20-30, que combina diferentes intensidades: trotar suavemente durante 30 segundos, correr a ritmo medio por 20 segundos y luego esprintar a máxima velocidad durante 10 segundos. Otra alternativa es el método fartlek, que incorpora intervalos cortos y rápidos dentro del trote para mantener el cuerpo activo y el corazón desafiado.

Estos efectos se explican porque los ejercicios de alta intensidad estimulan la utilización de oxígeno y mejoran la sensibilidad a la insulina, lo que favorece el control del peso corporal y la regulación del azúcar en la sangre. Además, pequeñas dosis de actividad vigorosa generan adaptaciones musculares y respiratorias similares a las obtenidas en entrenamientos más prolongados.

Un impulso para la salud

Diversas investigaciones muestran de forma consistente los beneficios del entrenamiento por intervalos, desde mejoras en el sistema cardiovascular hasta una mayor capacidad para quemar grasa. En estudios con personas con sobrepeso u obesidad, los intervalos de sprint (correr rápido) produjeron mayores mejoras en la capacidad aeróbica que las carreras a ritmo constante.

En el estudio de Aerobics Center Longitudinal Study (55 137 adultos, seguimiento promedio de 15 años) se encontró que quienes corrían tenían un 45 % menor riesgo de muerte cardiovascular comparados con quienes no corrían.

El entrenamiento por intervalos también optimiza el metabolismo, mejora el control de la glucemia y reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. A nivel celular, estimula la actividad de las mitocondrias —las centrales energéticas del cuerpo—, lo que incrementa la eficiencia en el uso de energía y favorece la reducción de la presión arterial y los niveles de colesterol.

El mensaje del estudio es claro: no es necesario ser maratonista para disfrutar de los beneficios del running. Unos minutos de carrera pueden bastar para fortalecer el corazón, mejorar el metabolismo y aumentar el bienestar general. La clave está en la constancia y la intensidad, más que en la cantidad de tiempo invertido.

En un mundo donde el sedentarismo se ha convertido en un problema global, esta investigación ofrece una buena noticia: dar el primer paso, aunque sea pequeño, puede marcar una gran diferencia para la salud y la longevidad.

Referencia de la noticia

Science Daily. How just minutes of running can supercharge your health.