Descubren el mayor depósito de ámbar con insectos preservados desde la era de los dinosaurios en Sudamérica
El depósito de ámbar, ubicado en Ecuador, data de hace 112 millones de años y es el primero en el que se encuentran insectos preservados de la era de los dinosaurios.

De color amarillo dorado, el ámbar es utilizado para hacer joyas y objetos decorativos, pero también es clave para la investigación de los insectos prehistóricos, ya que preserva especies que difícilmente dejan otra huella en el registro fósil.
El ámbar es una piedra semipreciosa que se forma a partir de la resina, un material pegajoso que producen los árboles —particularmente las coníferas y algunas plantas con flores— que le sirve como defensa natural contra los insectos, que se quedan pegados a ella y mueren.
Gracias a ella ha sido posible documentar especies, sobre todo, del hemisferio norte, donde es común encontrar depósitos del Cretácico (de 143 a 66 millones de años).

Ahora, un reciente descubrimiento en Ecuador ha permitido estudiar por primera vez los insectos del Mesozoico en América del Sur, un momento en que los dinosaurios aún habitaban el planeta y los continentes modernos se estaban separando del supercontinente Gondwana.
Un bosque húmedo y diverso
El descubrimiento se realizó en la formación Hollín, de aproximadamente 112 millones de años, ubicada en la provincia de Napo, en el centro norte de Ecuador. Se analizaron 60 muestras de ámbar en las que se identificaron especies de artrópodos terrestres (insectos y restos de telarañas), dípteros (moscas), coleópteros (escarabajos) e himenópteros (hormigas y avispas).

“El ámbar preserva esencialmente los exoesqueletos de pequeños organismos del pasado. La conservación de estas estructuras externas es tan excelente que, bajo el microscopio, pueden parecer organismos recién muertos, aunque tengan millones de años", explicó Xavier Delclòs, investigador de la Universidad de Barcelona y autor principal del estudio, a DW.
“Todo indica que el antiguo ecosistema era boscoso, húmedo y diverso, y alberga la asociación de hojas de angiospermas (plantas con flores) más antigua conocida en el noroeste de Sudamérica”, explicó Delclòs en un comunicado.
Conectando las especies de Gondwana
El estudio, publicado en Communications Earth & Environment, señala que el origen de la resina fosilizada fueron coníferas de la familia Araucariaceae (araucarias), las que eran parte de un bosque diverso y húmedo de baja latitud en el Gondwana noroccidental durante el Albiano temprano (112 millones de años).

Aunque no se encontraron restos vegetales en el ámbar, sí se identificaron en las muestras de roca, incluyendo esporas, polen y hojas. “El polen y los macrofósiles identificados en las rocas que contenían el ámbar revelan un bosque con pteridófitas (helechos y especies relacionadas), coníferas Araucariaceae y Cheirolepidaceae, cícadas y angiospermas tempranas”, aseguró Carlos Jaramillo, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales. “También se han detectado hongos epífitos sobre las hojas fósiles y hongos resiníferos”, agregó.
De acuerdo a los científicos, el descubrimiento de este yacimiento es de gran relevancia para futuros estudios de la era de los dinosaurios, ya que podría ayudar a conectar la biodiversidad sudamericana con la de otras regiones de Gondwana, “como la Antártida, Australia y Sudáfrica, donde también se ha encontrado ámbar del Cretácico”, aseguró Mónica Solórzano Kraemer, del Museo de Historia Natural Senckenberg, Alemania.
Referencias de la noticia
Artículo en Communications Earth & Environment. Cretaceous amber of Ecuador unveils new insights into South America’s Gondwanan forests.
Nota de prensa Universidad de Barcelona. Descubierto el primer depósito de ámbar del Mesozoico con insectos preservados en Sudamérica.
Noticia en DW. Hallan ámbar con insectos que habitaron con los dinosaurios.