Deshielo marino del Ártico provocaría que El Niño fuerte sea más frecuente

El Niño Oscilación Sur es una de las principales "luces" que tenemos para la predicción del clima a nivel mundial. ¿Será que puede ser influenciado por eventos que ocurren en latitudes polares?

El Niño Godzilla, 2016
Anomalías positivas de temperatura superficial del mar registradas durante el último evento "El Niño "Godzilla". Fuente: NOAA.

La cubierta de hielo marino del Ártico ha disminuido en todos los meses desde principios de la década de 1950. Esta situación altera los intercambios de calor y humedad que se originan entre el océano y la atmósfera. Pero es muy poco lo que se sabe sobre la influencia de la disminución del hielo marino en la ocurrencia de El Niño en su categoría fuerte.

Un evento de El Niño se categoriza como "fuerte" cuando la anomalía de la temperatura superficial del mar sobre el Pacífico tropical ecuatorial se registra entre 1,5 °C y 2,0 °C más cálida.

Para otorgar algunas respuestas, nos sumergiremos en la investigación "Arctic sea-ice loss is projected to lead to more frequent strong El Niño events" publicada en la revista científica Nature Communications.

¿Existe alguna relación?

De acuerdo al equipo científico, no se encuentra un cambio realmente significativo. Sin embargo, a medida que continúa la pérdida de hielo y el Ártico cambia sus tonalidades estacionales, la frecuencia de eventos fuertes de El Niño aumenta en más de un tercio.

El Niño, La Niña, MeteoChile
El Niño Oscilación Sur es un fenómeno de interacción océano-atmósfera. Fuente: Dirección Meteorológica de Chile.

Una de las principales conclusiones del equipo de investigación es que, al menos entre 37% y 48% del aumento de El Niño fuerte hacia fines del siglo XXI, estaría asociado específicamente a la pérdida de hielo marino en el Ártico.

Algunos estudios recientes han señalado que el efecto de la disminución del hielo marino del Ártico podría llegar a las profundidades de las aguas tropicales.

El estudio menciona que, aunque los hallazgos presentados están respaldados por dos modelos acoplados diferentes, se requiere contar con experimentos coordinados. Se incluyen aquellos que utilizan diferentes modelos climáticos, diversas restricciones de hielo marino y otras configuraciones de modelos. De esa manera se lograría cuantificar aún más las relaciones entre El Niño, la pérdida de hielo marino en el Ártico y otros aspectos del cambio climático.

¿Recuerdas a "El Niño Godzilla"?

Vamos a retroceder algunos años para hacer memoria mediante la investigación "How the July 2014 easterly wind burst gave the 2015-2016 El Niño a head start", publicada en la revista Geophysical Research Letters. Después de fuertes ráfagas de viento del oeste, registradas entre el invierno y primavera 2014 del hemisferio norte (boreal), tanto la comunidad científica como la prensa popular estaban entusiasmadas con la posibilidad que se desarrollara un gran evento de El Niño.

El Niño, Godzilla, René Garreaud
El Niño Godzilla 2014-2015 fue un evento que nos enseñó que no siempre la teoría va de la mano con la práctica. Fuente: Garreaud (2018).

Este importante suceso de El Niño 2014-2015, ampliamente anticipado, no se materializó, e incluso no se pudo calificar como El Niño según las definiciones convencionales. La ráfaga de viento del este del verano boreal tuvo el efecto no sólo de inhibir el desarrollo del evento de El Niño.


El Niño Godzilla no produjo precipitaciones importantes sobre el sur de California y Chile central, que se esperaba aliviaran la sequía en esas regiones del planeta, señala René Garreaud, investigador y académico de la Universidad de Chile.

Sumado a ello, este viento revirtió la descarga de calor ecuatorial que típicamente ocurre durante el curso de un evento de El Niño. Esta ventaja inicial del contenido de calor ecuatorial ayudó a impulsar el evento de El Niño 2015-2016 a una magnitud extrema.

Por otra parte, el artículo de divulgación científica "Tres Niños Sorprendentes" del Dr. René Garreaud, destaca que "a diferencia del año anterior, las predicciones climáticas a mediados del 2015 acertaron la magnitud y temporalidad del calentamiento en el Pacífico tropical ecuatorial". Este evento provocó que el verano del hemisferio sur 2015-2016 fuera más seco que el promedio en la Patagonia occidental, el Altiplano y el norte de Sudamérica.