El vórtice polar ártico: el guardián del frío en el Polo Norte
Una reciente ola de frío extremo afectó a Estados Unidos, causada por una deformación en el vórtice polar. En esta nota te contamos qué es el vórtice polar y cómo influye en los fenómenos climáticos extremos.

El vórtice polar ártico es una enorme corriente de aire frío que gira sobre el Polo Norte. Imagina un remolino gigante en las capas altas de la atmósfera, como si fuera un cinturón que ayuda a mantener el frío atrapado cerca del Ártico durante el invierno.
Este remolino no está a ras de suelo, sino que se forma principalmente en la estratosfera, a gran altura. Surge porque, en invierno, el sol apenas calienta el Polo Norte, y esto genera un gran contraste entre el aire extremadamente frío del Ártico y el aire más cálido de latitudes más bajas. Este contraste crea un cinturón de vientos fuertes que gira en dirección antihoraria, formando el vórtice.
Aunque el vórtice polar se ubica mayormente sobre el Ártico, su influencia puede extenderse hasta las regiones más cercanas al ecuador. Este vórtice tiene un "hermano gemelo" en el hemisferio sur, conocido como el vórtice polar antártico, que se encuentra sobre el Polo Sur y funciona de manera similar. Ambos están presentes todo el año, pero son más fuertes durante el invierno, ya que el frío polar es más intenso y el contraste con las zonas cálidas aumenta.
Impactos climáticos del vórtice polar: entre olas de frío y cambios globales
El vórtice polar ártico tiene un papel crucial en el clima de las regiones del hemisferio norte, ya que actúa como una barrera que mantiene el aire frío confinado en el Ártico.
Sin embargo, cuando este vórtice se debilita o se deforma, puede tener consecuencias notables en las latitudes medias. Una de las implicaciones más comunes son las olas de frío extremo, que ocurren cuando el aire polar se desplaza hacia el sur.
Otro fenómeno asociado al vórtice polar, es el aumento de tormentas invernales y nevadas intensas. Cuando el vórtice polar pierde estabilidad, puede interactuar con sistemas de baja presión en las latitudes medias, fortaleciendo las tormentas y generando nevadas extraordinarias.
Un ejemplo reciente son los eventos de nevadas históricas en lugares como Texas o Japón, donde estas alteraciones en el comportamiento del vórtice polar contribuyeron a condiciones meteorológicas extremas y fuera de lo común.

Recientemente, Estados Unidos experimentó una ola de frío extremo que afectó a gran parte del país, desde el norte hasta el sur profundo. Este evento se atribuye a una elongación del vórtice polar, fenómeno en el cual la corriente de aire frío que normalmente circula alrededor del Polo Norte se debilita y deforma, permitiendo que masas de aire ártico se desplacen hacia latitudes más bajas.
Frío extremo, esta mañana en #Chicago #Illinois EEUU
— Geól. Sergio Almazán (@chematierra) January 15, 2024
Temperatura -22ºC, sensación -32º por efecto del viento helado.
Preciosa fotografía de Chicago a la orilla del lago.
Créditos Barry Butler
Vía @barrybutler9 pic.twitter.com/ndzHEylHlr
Como resultado, ciudades no acostumbradas a temperaturas tan bajas enfrentaron condiciones climáticas severas, con riesgos significativos para la salud y la infraestructura.
Su gemelo, el vórtice polar antártico
El vórtice polar antártico, aunque menos conocido, es igualmente importante y funciona de manera similar a su contraparte ártica. Este remolino de aire frío se forma sobre el Polo Sur, y, debido a la presencia del continente antártico y su aislamiento geográfico, suele ser más estable y duradero que el vórtice polar ártico. Esta estabilidad contribuye a mantener las temperaturas extremadamente bajas en la región antártica durante el invierno austral.
Sin embargo, el vórtice polar antártico también tiene sus propias implicaciones climáticas, especialmente en relación con el agotamiento de la capa de ozono. Durante la primavera austral, la formación de nubes estratosféricas dentro del vórtice contribuye a las reacciones químicas que destruyen el ozono, dando lugar al conocido "agujero de ozono". Aunque los esfuerzos internacionales han reducido este problema en las últimas décadas, el vórtice sigue desempeñando un papel clave en estos procesos.
En conjunto, tanto el vórtice polar ártico como el antártico son piezas fundamentales del sistema climático de nuestro planeta. Sus comportamientos no solo regulan el clima en las regiones polares, sino que también tienen un impacto directo en las latitudes medias y en el equilibrio climático global. Comprender su dinámica y cómo está cambiando en un contexto de calentamiento global, es esencial para predecir y mitigar los efectos de los fenómenos climáticos extremos.
Referencias de la noticia
-Medio Ambiente. National Geographic. El vórtice polar aumenta las probabilidades de un tiempo invernal extremo
-Análisis (CR)2. Súper Vórtice Polar (versión 2021): ¿Se viene otro verano seco en la Patagonia norte?
-Blog Dirección Meteorológica de Chile. El Ozono y su herida en la atmósfera