Inversión de los polos magnéticos de la Tierra: ¿realmente ocurrirá?

La aparición de una misteriosa Anomalía en el Atlántico Sur, donde el campo magnético disminuyó rápidamente, llevó a pensar en una posible inversión de la polaridad magnética de la Tierra. Un nuevo estudio sugiere que esta anomalía no es única. ¿Qué significa esto?

campo magnético terrestre
El campo magnético terrestre protege al planeta de las inclemencias del clima espacial.

El campo magnético de la Tierra actúa como un escudo invisible contra el ambiente que amenaza la vida desde el espacio, y para los vientos solares, que podrían barrer la atmósfera. Sin embargo, el campo magnético no es estable, y a cada 200.000 años aproximadamente ocurren inversiones de su polaridad: los polos magnéticos norte y sur cambian de lugar.

Durante los últimos 180 años, la fuerza del campo magnético terrestre disminuyó cerca de 10%. De forma simultanea, una área con un campo magnético extraordinariamente débil creció en el Atlántico Sur, a lo largo de la costa de América del Sur. Esta zona —donde satélites tienen en general mal funcionamiento debido a la exposición a partículas altamente cargadas provenientes del Sol— es llamada de Anomalía Magnética del Atlántico Sur (AMAS).

campo magnético; Tierra
La existencia de una magnetósfera en nuestro planeta impide que el viento solar barra la atmósfera, actuando como un escudo invisible.

Estas informaciones llevaron a especular sobre la posibilidad de que el campo magnético del planeta se estuviese dirigiendo hacia una inversión de polaridad. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que no necesariamente es el caso.

"Cartografiamos cambios en el campo magnético de la Tierra en los últimos 9.000 años y las anomalías como la del Atlántico Sur, son probablemente fenómenos recurrentes, vinculados a variaciones correspondientes en la fuerza del campo magnético de la Tierra", dijo Andreas Nilsson, geólogo de la Universidad de Lund.

¿Cómo se obtuvieron los datos pasados del campo magnético de la Tierra?

Los resultados del estudio, publicados en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences agrupa pruebas que datan de 9 milenios atrás, que toman en cuenta el análisis de artefactos arqueológicos quemados, muestras volcánicas y núcleos de perforación de sedimentos; todos ellos contienen información sobre el campo magnético terrestre.

Entre ellos hay vasos de barro que fueron calentados a temperaturas superiores a los 580 ºC, lava volcánica que se solidificó y sedimentos depositados en lagos u océanos. Los objetos actúan como cápsulas de tiempo, y transportan información importante sobre el campo magnético pasado.

Con la utilización de instrumental altamente sensible, los investigadores han sido capaces de medir estas magnetizaciones, y recrear la dirección y fuerza del campo magnético en locales y tiempo específicos. "Desarrollamos una nueva técnica de modelamiento, que une estas observaciones indirectas —de diferentes periodos de tiempo y locales— en una reconstrucción global del campo magnético terrestre a lo largo de los últimos 9.000 años", dijo Andreas Nilsson.

¿Inversión inminente de polaridad? Parece que no

Al estudiar la forma como el campo magnético cambió, los investigadores fueron capaces de aprender más sobre los procesos subyacentes en el núcleo de la Tierra, que generan el campo. El modelo también puede ser utilizado hasta la fecha, para registros arqueológicos y geológicos, comparando variaciones medidas y modeladas en el campo magnético. Y fue así que llegaron a la conclusión relativa a las especulaciones sobre una inminente inversión de la polaridad de planeta.

El estudio mostró que la AMAS debe desaparecer dentro de los próximos tres siglos, y que la Tierra no está a camino de una inversión de los polos magnéticos.

"Con base en las semejanzas con las anomalías recreadas, prevemos que la Anomalía Magnética del Atlántico Sur probablemente desaparecerá en los próximos 300 años, y que la Tierra no está caminando hacia una inversión de polaridad", concluyó Andreas Nilsson.