Qué es un ciclón extratropical y cuáles son sus características

Un ciclón extratropical se aproxima, dejando a su paso lluvias intensas y vientos que podrían superar los 70 km/h en cinco regiones. Conoce qué son estos sistemas, cómo se forman y por qué no siempre significan un evento extremo.

Las zonas sombreadas en color rosado indican las regiones donde los ciclones extratropicales suelen formarse con mayor frecuencia (imagen: blog DMC).

En los próximos días, un ciclón extratropical se aproxima a las costas de Chile y amenaza con dejar intensas precipitaciones en al menos cinco regiones del país, además de vientos que podrían alcanzar ráfagas de hasta 70 km/h.

Pero, ¿qué es exactamente un ciclón extratropical? ¿Cómo se forma este gigante atmosférico y por qué puede traer lluvias, viento y un descenso marcado de las temperaturas? Entenderlo nos ayuda no solo a dimensionar su impacto, sino también a valorar la ciencia meteorológica que permite anticipar estos fenómenos.

Los ciclones extratropicales se gestan en latitudes medias, naciendo del choque entre dos grandes masas de aire: una cálida y húmeda, y otra fría y seca.

A diferencia de un ciclón tropical (también llamados huracanes, ciclón o tifón), un ciclón extratropical es propio de las latitudes medias y surge de la interacción de grandes masas de aire con características muy diferentes: una cálida y húmeda, otra fría y seca.

Esta diferencia de temperatura y humedad se convierte en el combustible que hace girar a estos sistemas, formándolos y desplazándolos a lo largo de miles de kilómetros. En Chile, son frecuentes durante el otoño y el invierno y son responsables de buena parte de las lluvias que riegan nuestras ciudades y campos.

Anatomía de un gigante: estructura y dinámica

La estructura de un ciclón extratropical es tan compleja como fascinante. Se trata de un gran remolino de aire que gira en sentido horario en el hemisferio sur, alrededor de un centro de baja presión atmosférica.

Este “núcleo” es el corazón del sistema, y a su alrededor se organizan los frentes: el frente cálido, que empuja aire más templado y húmedo, y el frente frío, que avanza desplazando ese aire cálido hacia arriba.

Como se observa en la imagen satelital, la nubosidad adopta una forma espiral característica, mientras que la carta sinóptica revela la ubicación de los frentes y la presión atmosférica que da vida al sistema.

Entre estos dos frentes se genera una zona de nubosidad intensa, lluvias persistentes y ráfagas de viento que pueden superar fácilmente los 60 o 70 km/h, como se espera para este evento.

Al observar imágenes satelitales es posible ver cómo la nubosidad adopta una forma de coma o espiral: esa firma visual indica que el sistema está bien organizado y activo. A medida que el ciclón se desplaza, suele evolucionar y dar lugar a un frente ocluido, una fase en la que el aire frío alcanza al cálido, cerrando el sistema y, en muchos casos, debilitándolo.

Importancia y efectos: ¿por qué debemos conocerlos?

Este ciclón extratropical que se pronostica para Chile es un recordatorio de que estos sistemas forman parte de nuestra realidad climática, especialmente durante el otoño y el invierno.

No son fenómenos raros ni necesariamente extremos por definición: su llegada asegura buena parte de las lluvias que alimentan ríos, embalses y acuíferos, tan necesarios para la agricultura y el consumo humano.

Lo que puede volverlos especialmente intensos o incluso peligrosos es cuánto se profundiza la baja presión en su centro y cuánta energía logran acumular. Un ciclón extratropical poco organizado suele dejar lluvias moderadas y vientos manejables; en cambio, cuando la diferencia de temperatura entre las masas de aire es muy marcada y la atmósfera colabora con corrientes en chorro potentes, se pueden generar temporales más significativos, con vientos fuertes y precipitaciones abundantes.

La clave está en entender que no todos los ciclones son extremos: su intensidad depende de factores atmosféricos puntuales.

Convivir con estos sistemas es parte de nuestra cotidianeidad: cada año cruzan varias decenas de ciclones extratropicales por nuestras costas, trayendo la tan esperada temporada de lluvias.

Gracias a la ciencia meteorológica y a los modelos de predicción cada vez más precisos, hoy es posible anticipar su llegada con días de antelación y emitir alertas cuando realmente existe riesgo de impactos mayores.

Así que cuando escuches hablar de un nuevo ciclón extratropical, recuerda que no es sinónimo automático de desastre: en la mayoría de los casos, se trata de sistemas necesarios para la recarga de aguas y para sostener los ciclos naturales de nuestras regiones.

Lo realmente importante es estar informados sobre su evolución, seguir las recomendaciones de los organismos oficiales y confiar en la meteorología como herramienta para convivir mejor con los caprichos del tienpo.

Referencias de la noticia

- Meteochile Blog. Tropical o extratropical: La naturaleza de los ciclones

- CR2. Qué es un ciclón extra tropical y qué efectos tendrá en Chile.