La palma chilena entra en la “lista roja” del comercio global para evitar su desaparición

Esta medida intenta frenar un deterioro que combina crisis climática, fragmentación del hábitat y extracción sostenida.

Palma chilena
La decisión se tomó durante la 20ª Conferencia de las Partes de la Convención CITES, el principal acuerdo global que regula el comercio de especies en riesgo, y posiciona a Chile en el centro de una discusión clave sobre biodiversidad y conservación.

Escondida entre los cerros de la zona central de Chile, la palma chilena ha sido testigo de un paisaje que se transforma. Sus troncos gruesos y su lento crecimientopueden superar los mil años de vida— narran una historia de resistencia… pero también de pérdida.

Incendios, sequías prolongadas, expansión urbana y extracción de sus frutos han reducido su presencia hasta convertir a la palma chilena en una especie amenazada.

Hoy, esa historia suma un punto de inflexión. En Samarcanda, Uzbekistán, la comunidad internacional acordó otorgarle el mayor nivel de protección posible, una señal clara de que su supervivencia dejó de ser solo un asunto local.

La palma más austral del mundo, en peligro real

La palma chilena (Jubaea chilensis) es única en el mundo. Endémica de Chile y considerada la palma más austral del planeta, crece lentamente y puede vivir varios siglos. El problema es que su ritmo natural no conversa bien con el ritmo del siglo XXI.

Según datos del Ministerio del Medio Ambiente, la especie está clasificada como “En Peligro” a nivel nacional, con poblaciones fragmentadas entre las regiones de Coquimbo y Maule.

La Corporación Nacional Forestal (CONAF) ha advertido que gran parte de los ejemplares que sobreviven hoy lo hacen dentro de áreas protegidas como el Parque Nacional La Campana o el Parque Nacional Palmas de Cocalán.

Fuera de ellas, la presión humana —desde la extracción de frutos hasta el cambio de uso de suelo— sigue siendo una amenaza directa.

El lucrativo mercado de los “coquitos”

Durante años, semillas, plantas y derivados de la palma chilena circularon en mercados internacionales, especialmente en Asia y Europa, tal como detalla el informe presentado a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) por CONAF y el Instituto Forestal de Chile (INFOR).

Según el documento, entre 2018 y 2023, Chile exportó legalmente semillas de palma chilena por un valor superior a 206 mil dólares, principalmente a Hong Kong, Alemania y Singapur. Pero detrás del mercado formal opera uno ilegal que saquea áreas protegidas.

Coquitos de palma chilena
Sus frutos se venden para confitería o como ornamentales, poniendo en jaque la recuperación de la especie. Créditos imagen: Huerto Santa Caterina.

Cada año, unas 200 personas recolectan alrededor de 23 toneladas de coquitos”, detalla el informe.

Sin semillas en el suelo, no hay nuevas palmas creciendo. Y sin nuevas palmas, el bosque envejece y se apaga lentamente. Este fue uno de los argumentos centrales que Chile presentó ante la CITES, el principal acuerdo global que regula este tipo de intercambios.

El Apéndice I: qué significa y por qué importa

La decisión adoptada en la 20ª Conferencia de las Partes de CITES en Uzbekistán fue clara: la palma chilena pasó al Apéndice I, la categoría de mayor protección.

En la práctica, esto implica que su comercio internacional queda estrictamente restringido, con excepciones muy acotadas.

En un comunicado de CONAF, la ministra de Agricultura, Ignacia Fernández, explica que “este es un hito muy relevante, porque esta especie es única en nuestro territorio y sus poblaciones han disminuido de forma importante con el tiempo”.

Desde INFOR, su directora ejecutiva, Sandra Gacitúa, destaca que la medida “reducirá las amenazas asociadas al comercio ilegal y permitirá fortalecer estrategias de conservación basadas en evidencia científica”.

La protección internacional no apaga incendios ni devuelve el agua a los suelos secos. Pero sí corta un incentivo clave que aceleraba el deterioro de la especie.

La palma chilena sigue ahí, de pie, con su tronco grueso y su copa recortada contra el cielo. La diferencia es que ahora el mundo decidió dejar de verla como un recurso exportable y empezar a tratarla como lo que es: un patrimonio natural que no se puede reemplazar.

Referencias de la noticia

- CITES. (2025). Convention on international trade in endangered species of wild fauna and flora. Documento publicado en la web de la organización.

- CONAF. (2025). Palma chilena obtiene la máxima protección internacional por parte de la Convención CITES. Comunicado publicado en la web de la institución.