Hielo marino de la Antártica disminuye a niveles récord durante el 2022

La extensión del hielo marino en la Antártica llegó al récord mínimo de su valor el último día de 2022. Los científicos tratan de explicar las causas de esta alarmante tendencia a la disminución y las posibles consecuencias a nivel global.

hielo antártico
Terminando el 2022, Antártica alcanzó un récord mínimo de hielo marino. ¿A qué se debió este impacto?

Según los datos publicados por el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC) de los Estados Unidos, el 31 de diciembre de 2022, el área ocupada por el hielo marino alrededor del continente antártico, durante el último mes del año, alcanzaba 5.095 millones de km². Este valor batía el récord de 2016, cuando 5.901 millones de km² de hielo rodeaban la Antártica en igual fecha.

Al cierre de 2022 la masa de hielo marino fue inferior en más de 2 millones de km² con respecto a la mediana registrada entre 1981 y 2010 de 7.548 millones de km², y al promedio de la década comprendida entre 2011 y 2020 cuando se registraron 7.344 millones de km² en igual fecha.

En el 2022, durante el verano austral, se registró el 24 de febrero otro récord en la región, cuando esta masa helada disminuyó su extensión a 1.924 millones de km², inferior al promedio registrado en la década 2011-2020 en que superaba los 2.800 millones de km² en igual período.

Desde 1979 en que el NSIDC comenzara a registrar los datos que permiten trazar la extensión del hielo marino alrededor de las zonas árticas, se ha observado una gran variabilidad anual de este parámetro. Durante el último año el área ocupada por hielo marino en la zona más austral de la Tierra tuvo valores por debajo de los 2.000 millones de km² en los días más calurosos de febrero y superó los 18.100 millones de km² durante el noveno mes del año.

Pero, ¿sólo el calentamiento global está causando estas drásticas consecuencias?

Estudios recientes del Earth Science & Observation Center de la Universidad de Colorado, atribuyen el derretimiento del hielo marino no sólo al aumento de las temperaturas en esta región, sino también a los patrones de viento registrados.

Aunque el aire en la Antártica es aún muy frío, los cambios de los vientos en la región explican el mayor derretimiento del hielo marino desde abajo.

Los vientos del oeste que impulsan la circulación de aguas más cálidas por debajo del borde de la capa de hielo flotante, se han vuelto más frecuentes e intensos en los últimos 100 años. Según explican los científicos, el aumento del diferencial de temperatura entre el trópico y la Antártica provocan mayor intensidad a los vientos que la circundan, y por tanto se acelera el derretimiento de la capa de hielo oceánica.

¿Qué ocurriría a corto plazo?

A diferencia de los glaciares, que al derretirse aportan al océano el agua dulce que almacenan, el derretimiento del hielo marino no incide directamente en el aumento del nivel del mar. Sin embargo, la desaparición de superficies que sirven de plataforma a especies endémicas de la región, afectan el balance de la fauna local.

A medida que las masas de hielo marino se derritan, las corrientes oceánicas afectarán los patrones climáticos globales, que provocarán en un breve plazo consecuencias alarmantes para la vida en el Planeta.