Inversiones térmicas y su influencia en la contaminación del aire

La difusión de los contaminantes atmosféricos no sólo depende del viento. Hoy te comentamos cómo la temperatura también puede incidir en la concentración de ellos.

Contaminación del aire con vista de cielo anaranjado
Los pronósticos meteorológicos son fundamentales para la proyección de la calidad del aire, sobre todo en ciudades ubicadas en cuencas.

La llegada del invierno siempre hace recordar el frío y las precipitaciones que, con el correr de los años se hacen más esquivas en la zona centro y sur de Chile. Pero eso no es todo, porque es en esta estación cuando los episodios de contaminación del aire se hacen más frecuentes. Eso, sumado al déficit pluviométrico, genera días de aire irrespirable en ciudades como Santiago, Coyhaique y Temuco.

Dentro de los planes de descontaminación en Chile, existe el Sistema de Información Nacional de Calidad del Aire (SINCA), el cual integra, entre otras variables, a las condiciones meteorológicas. A este respecto, hay un concepto aplicado directamente a los episodios de contaminación: la inversión térmica. En la tropósfera (capa de la atmósfera más cercana a la superficie terrestre) la temperatura del aire disminuye, naturalmente, a medida que ascendemos.

Hablamos de inversión térmica cuando la temperatura aumenta con la altitud. Este fenómeno meteorológico ocurre bajo ciertas condiciones atmosféricas de mayor escala (sinóptica). Generalmente, las elevadas concentraciones de contaminantes de una ciudad, se relacionan a las inversiones térmicas debido a que la dispersión de ellas es prácticamente nula bajo la capa de inversión. Esto se acentúa cuando la ciudad se ubica en una cuenca.

Los diferentes tipos de inversiones de temperatura

Existen 4 tipos de inversiones térmicas: las que se producen por efectos radiativos, por advección de masas de aire, las frontales y las que se forman por subsidencia. Este último tipo de inversión se asocia a la presencia de anticiclones (centros de alta presión), donde el aire desciende y fluye hacia afuera siguiendo una rotación contraria a los punteros del reloj en el hemisferio sur. En horas del día, la capa de inversión térmica generada por este movimiento atmosférico, puede elevarse a cientos de metros sobre la superficie. Sin embargo, durante la noche, la base de la inversión por subsidencia logra llegar al suelo por el enfriamiento del aire superficial.

Como consecuencia, cuando un anticiclón se estanca, los contaminantes emitidos dentro de la capa de mezcla no se pueden dispersar. Por ende, es probable que las concentraciones de contaminantes se eleven durante algunos días. Además, estos episodios podrían depender de la intensidad de la inversión térmica, que puede ser visualizada a través de perfiles verticales de temperatura. Cuanto más intensa la inversión, mayor la dificultad para que el aire se mezcle verticalmente.