Temporada virus respiratorios: ¿cuáles son los más comunes en Chile en la época de frío?
Los meses de otoño e invierno traen condiciones ambientales perfectas para que los virus respiratorios se propaguen con mayor facilidad. Conoce los nombres más frecuentes, sus síntomas y maneras de prevención para cuidar tu salud y la de tu familia.
Adentrándonos cada vez más en el otoño, las tan anheladas lluvias se han acercado poco a poco a las zonas centro y sur de Chile. Posterior a ello, llegan las alta presión de características frías polares, que hace descender los termómetros, inclusive, provocando heladas matinales en algunos sectores.
Sin embargo, por mucho que nos abriguemos, hay una arista sumamente importante de abordar. A lo largo del invierno, los servicios de urgencia de salud pueden verse saturados debido a que las consultas por síntomas respiratorios presentan un incremento de hasta el 100%.
¿Tanto puede afectar el frío en los servicios de urgencia de salud? Por supuesto, ya que las bajas temperaturas generan un ambiente donde los virus "son felices", potenciando su propagación. Además, con el frío tendemos a estar más tiempo en lugares cerrados y con poca ventilación, lo que crea un cóctel perfecto para que los virus hagan de las suyas en el cuerpo humano.
¿Cómo nos contagiamos los virus en invierno?
Principalmente, mediante las secreciones respiratorias, es decir, cuando estornudamos, tosemos o hablamos. Sin embargo, y con el aprendizaje que nos dejó la pandemia, también nos podemos contagiar con nuestras manos ¿cómo? al tocar alguna superficie que se encuentra contaminada con algún virus.
Para ello, una acción preventiva es lavar nuestras manos varias veces en el día, o si llevas contigo alcohol gel, mejor aún. Además, los expertos recomiendan limpiar las superficies, usar el codo para estornudar o toser y mantener un tiempo de aislamiento cuando sea necesario o aconsejado por tu médico. En este sentido, es de suma relevancia conocer los virus que pueden estar rondando en este aire invernal, para que cuides tu salud.
Coronavirus o COVID-19
Si bien es una enfermedad poco sintomática, es capaz de transformarse en una infección mortal. Este es un virus con un alto nivel de contagio y de propagación acelerada. Generalmente, sus síntomas son dificultad respiratoria, dolor de cabeza y musculares, tos seca y fiebre.
Sumado a ello, puedes tener vómitos, diarrea y pérdida de algunos sentidos, como el olfato y el gusto. Recordemos que el Coronavirus ataca, principalmente, a las personas mayores de 65 años y/o que tengan una enfermedad preexistente como diabetes, hipertensión arterial, entre otras.
Adenovirus
En este caso, las personas con más riesgo de contagio son los menores de 15 años. En su mayoría, tiende a ser asintomático. Pero cuando el cuerpo está más vulnerable es capaz de generar fiebre, conjuntivitis, amigdalitis y molestias estomacales. El adenovirus es altamente contagioso y, en lactantes, puede provocar hasta una neumonía.
Influenza
Con este virus, todos los síntomas se intensifican y la fiebre eleva considerablemente el termómetro corporal. Y ¡atención! porque cuando un integrante de la familia llega a casa con este virus, hasta el 60% de quienes viven con la persona contagiada, se enferma.
Es necesario tener los cuidados suficientes con la influenza, ya que cuando genera una neumonía puede llevar directo a la muerte. En personas de alto riesgo como adultos mayores, embarazadas o lactantes, se recomienda la vacuna como una acción preventiva.
Rinovirus
También conocido como "resfrío común", durante el invierno es lo más frecuente en los servicios de urgencia. Sus síntomas como dolor de garganta o secreción nasal, tienden a desaparecer a los 3 días. Aquí es necesario tener la precaución de evitar los cambios de temperaturas para disminuir el riesgo de infecciones más complejas y de largo aliento, como la sinusitis.
Virus respiratorio sincicial (VRS)
El mayor riesgo de contagio por VRS lo corren las personas inmunodeprimidas, menores de 2 años y adultos mayores. Este virus es capaz de sobrevivir hasta 6 horas en una superficie, por lo cual es clave el lavado frecuentes de nuestras manos. Quienes viven por primera vez este tipo de contagio, principalmente menores de 1 año, pueden sufrir un debilitamiento significativo de sus vías respiratorias, generando condiciones obstructivas donde les cuesta respirar a su corta edad.