Asombrosas mediciones de AEOLUS mejoran pronósticos de viento

El flujo que transporta la energía entre el Ecuador y los Polos se ha visto modificado. Conoce más sobre el satélite que fue lanzado para medir el perfil vertical del viento en el planeta.

Imagen satelital de un huracán
Los datos de viento eran muy escasos hasta que apareció Aeolus. La mediciones que se realicen por varios años servirán para la generación de pronósticos a largo plazo.

La circulación general de la atmósfera es una compleja dinámica que utiliza este sistema de la Tierra para transportar energía entre el Ecuador y los Polos, generando un equilibrio térmico en el planeta. De esta manera, el viento se convierte en una variable fundamental dentro de los pronósticos meteorológicos. Pero, hasta el año 2018, no existía un satélite que entregara información al respecto. Recordemos que sobre el Océano Pacífico no había mediciones de viento, mientras que sobre el Océano Atlántico era escaso este tipo de evidencia.

A fines de agosto 2018, en Guayana Francesa, se lanzó el satélite Aeolus que fue ubicado a 320 km de la superficie terrestre. Su órbita es polar, por ende, se desplaza desde el Polo Norte al Polo Sur, y viceversa. De esta manera, para cumplir su misión, toma mediciones 16 veces al día de la velocidad y dirección del viento, como nunca se había hecho antes.

Para ello, Aeolus lleva incorporado un LIDAR (Light Detection And Ranging – Detección y localización de luminosas ondas), al que llamaron Aladin. Para determinar, a distintas alturas la velocidad del viento, Aladin utiliza el Efecto Doppler. Por ende, es capaz de emitir un intenso impulso láser de luz ultravioleta, que se desplaza por la atmósfera terrestre y recoge la luz de retorno mediante un telescopio.

¿Qué ocurrió después del lanzamiento?

En Noruega, varios kilómetros lejos de Aeolus, un grupo de científicos y científicas han trabajado arduamente en un observatorio atmosférico que se sitúa dentro del Círculo Polar Ártico (69° N). Su misión es calibrar el instrumento de medición y validar los datos arrojados por Aeolus. Esto debe ser realizado para todos los tipos de climas en el planeta, aunque exista tormentas o cielos despejados. Por su parte, en Gran Bretaña, los nuevos datos aportados por Aeolus son procesados para los pronósticos atmosféricos.

Las mediciones de Aeolus deben ser continuas para respaldar su validez. Además, se requiere tener elementos de comparación in situ, para lo cual se utiliza una Radiosonda (instrumento que mide el perfil vertical de la atmósfera). Este instrumento es lanzado a la atmósfera 2 veces al día para medir temperatura, humedad relativa, presión y, por supuesto, el viento: la pieza que faltaba para las predicciones meteorológicas.

Actualmente, las mediciones de Aeolus son utilizadas para el modelamiento atmosférico del viento por el Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos de Medio Alcance (ECMWF), debido a que ha superado las expectativas científicas desde el comienzo. Aeolus se ha transformado en una herramienta atmosférica que, sin lugar a dudas, es y será integrada en los planes de prevención ante los impactos que evidencia la crisis climática global.