Chile transforma la niebla en agua: el innovador mapa interactivo que podría aliviar la sequía

En plena megasequía, la ciencia chilena desarrolla un mapa interactivo que identifica zonas óptimas para captar agua de niebla. Esta innovadora herramienta podría transformar el aire húmedo en una nueva fuente de agua potable para comunidades vulnerables del norte del país.

La niebla costera, clave en el nuevo mapa chileno que busca convertir el aire húmedo en agua potable frente a la sequía.
La niebla costera, clave en el nuevo mapa chileno que busca convertir el aire húmedo en agua potable frente a la sequía.

En un contexto de sequía prolongada, donde la escasez hídrica golpea a gran parte del territorio nacional, la ciencia chilena vuelve a aportar soluciones innovadoras.

Un equipo de investigadores del Centro del Desierto de Atacama (CDA) de la Pontificia Universidad Católica de Chile ha desarrollado el primer mapa interactivo de agua de niebla en el país, abriendo nuevas posibilidades para obtener agua potable directamente del aire.

La niebla como fuente de agua: tecnología al servicio de la crisis hídrica

Chile enfrenta una megasequía que ya supera los 15 años, afectando seriamente a la zona central y norte. Las lluvias son cada vez más escasas y los embalses están bajo niveles históricos. En este escenario, la recolección de agua de niebla surge como una alternativa sustentable y de bajo costo.

Explicación del proyecto.
Explicación del proyecto. Imagen: Centro Desierto de Atacama.

El nuevo mapa creado por el CDA, llamado “mapa del agua de la niebla”, identifica con precisión las zonas óptimas para instalar sistemas de captación de agua de niebla. A través de redes o mallas especiales, estas instalaciones logran condensar las diminutas gotas suspendidas en el aire, permitiendo recolectar agua limpia.

Virginia Carter, geógrafa y directora alterna del proyecto, indicó que, el objetivo es impulsar el aprovechamiento del agua de niebla como un recurso hídrico complementario y sustentable, especialmente en las zonas más vulnerables.

Si bien la idea de capturar agua de niebla no es nueva —Chile fue pionero en esta tecnología hace más de medio siglo—, este mapa representa un salto cualitativo al combinar ciencia de frontera, modelos predictivos y tecnología satelital para identificar los lugares con mayor potencial de captación.

AMARU: el modelo detrás del mapa

El desarrollo de esta herramienta fue posible gracias al modelo predictivo AMARU, creado por el equipo científico. Este modelo integra datos meteorológicos, sensores remotos, registros históricos de más de 20 estaciones ubicadas entre Arica y el Maule, e inteligencia artificial.

formación y flujo de camanchaca.
Formación y flujo de la camanchaca en el norte grande de Chile. Imagen: Centro Desierto de Atacama.

Con esta información, los científicos pudieron determinar las zonas más adecuadas, considerando factores como la frecuencia de la niebla, la altitud, la dirección de los vientos y las variaciones estacionales. El modelo incluso permite proyectar la mejor época del año para instalar y operar los sistemas.

En localidades como Alto Hospicio, por ejemplo, el modelo estima que es posible recolectar hasta 10 litros de agua por metro cuadrado de malla por día durante las mejores temporadas.

Una herramienta estratégica para enfrentar la sequía

El nuevo mapa interactivo está disponible de forma gratuita para autoridades, comunidades, investigadores y público en general. Esta accesibilidad permite planificar políticas hídricas más eficientes, orientadas a instalar atrapanieblas donde realmente se optimice su rendimiento, transformando la niebla en una solución concreta ante la escasez.

Estación de monitoreo en el sector Las Lomitas.
Estación de monitoreo en el sector Las Lomitas. Imagen: Centro Desierto de Atacama.

Hasta ahora, los atrapanieblas en Chile han funcionado como proyectos aislados, muchas veces con financiamiento limitado. Esta nueva herramienta busca darles un impulso sólido, integrándolos dentro de una estrategia hídrica nacional que complemente embalses, desaladoras y otras fuentes, en plena crisis climática.

A diferencia de soluciones como la desalinización, la captación de niebla tiene costos bajos, no requiere grandes consumos de energía y es perfectamente escalable, especialmente en comunidades rurales o aisladas. La ciencia chilena demuestra así cómo la innovación interdisciplinaria puede convertir el aire mismo en agua potable, beneficiando a los sectores más vulnerables.

Un legado chileno que se expande al mundo

El concepto de capturar agua de la niebla tiene raíces profundamente chilenas. Fue el físico nacional Carlos Espinosa, en la década de 1950, quien desarrolló los primeros sistemas en la región de Antofagasta. Desde entonces, la tecnología ha evolucionado, y su uso se ha expandido a países como Perú, Colombia, Israel, Marruecos y Sudáfrica.

Carlos Espinosa, el científico que soñaba con entregar agua de neblina al norte del país.
Carlos Espinosa, el científico que soñaba con entregar agua de neblina al norte del país.

El aporte actual de los investigadores chilenos no solo permitirá optimizar la instalación de nuevas redes de captación en el norte de Chile, sino que también ofrece un modelo replicable para enfrentar la escasez hídrica en otras regiones del mundo afectadas por el cambio climático.

Referencias de la noticia

-El País. Científicos chilenos crean un mapa del agua de la niebla, un recurso que aliviaría la sequía en zonas áridas.

-Ladera Sur. Los atrapanieblas y el legado de Carlos Espinosa, el científico que soñaba con entregar agua de neblina al norte del país.

-Centro UC Desierto de Atacama. Mapa del agua de niebla.

-Pontificia Universidad Católica de Chile. Crean primer mapa de agua de niebla en Chile.