El río más contaminado de Chile: qué lo causó y qué se está haciendo para recuperarlo
En el corazón del Maule, donde se detectó el mayor nivel de residuos, distintas iniciativas buscan revertir el daño y devolverle vida su cauce.

Caminamos por la orilla de un río, escuchando el murmullo del agua, sintiendo la brisa. Esa imagen idílica a menudo choca con una realidad desoladora: el plástico atrapado entre las rocas, las botellas flotando a la deriva, los envases desechados que empañan la pureza del cauce.
La fotografía más reciente, tomada en terreno el 2021, muestra que el problema no solo persiste, sino que ha echado raíces profundas.
En 46 sitios analizados en todo el país se encontró basura. ¿El río más contaminado? El Cauquenes, en la Región del Maule, con un récord de 178 residuos en un solo punto de muestreo.
Si el río suena, es porque basura trae
Lamentablemente no solo hay piedras en las aguas de los ríos chilenos. El estudio, realizado por el programa de ciencia ciudadana Científicos de la Basura junto a la Universidad Católica del Norte es claro y los resultados son un reflejo de nuestros hábitos de consumo.
Y hay una categoría que llama la atención: las mascarillas. Se encontraron en el 83% de los sitios muestreados, incluso más que en las playas tras el peak de la pandemia.
Científicos de la basura
La cantidad de residuos es prácticamente la misma que hace casi diez años, lo que indica que las buenas intenciones no están llegando a buen cauce.
Acumulaciones que no se borran con la corriente
El muestreo, que se llevó a cabo durante noviembre y diciembre de 2021 con la invaluable ayuda de cientos de voluntarios, abarcó diversas regiones del país.
No todo es culpa de un turista despistado. El estudio detectó grandes acumulaciones de basura —más de 25 objetos agrupados— en el 72% de los sitios analizados. "Estos son indicios claros de vertidos intencionales", explica el reporte.

Zonas como el río Cauquenes, el más contaminado según este estudio, registraron hasta 178 objetos en un solo círculo de muestreo, evidenciando una práctica que, pese a las multas, sigue en aumento.
¿Y las soluciones, por dónde fluyen?
La paradoja es evidente: existe una mayor conciencia ambiental en la población, campañas de reciclaje y normativas que buscan proteger nuestros espacios naturales. Sin embargo, la basura en los ríos no cede.
Por otro lado, algunas ordenanzas municipales y campañas como “Chao Colillas” han buscado frenar el impacto de desechos comunes en playas y ríos.
Aun así, las cifras muestran que estas medidas han sido insuficientes o mal fiscalizadas.
Desde el mundo científico, se insiste en que la única forma de revertir esta situación es a través de un esfuerzo articulado entre ciudadanía, sector privado y Estado. Y, sobre todo, desde una educación ambiental efectiva y constante.
Los ríos no olvidan. Arrastran con fuerza nuestras costumbres, nuestras leyes, y nuestras negligencias.
Informes como este son un espejo incómodo: muestran que el tiempo ha pasado, pero la basura se ha quedado. Para que el cauce vuelva a ser de aguas cristalinas, la corriente de cambio tiene que nacer desde todas las orillas.
Fuentes y referencias de la noticia:
- Mauricio Ergas & Martin Thiel. (2021). III Muestreo Nacional de Basura en los ríos de Chile. Publicado en la web de Cientificos de la basura.
- Chile sin basura. (2022). Basura en los ríos: desde 2013 no han disminuido los residuos en los afluentes del país. Publicado en la web de Chile sin basura.