Árboles decoran las arenas en el Desierto del Sahara occidental

Este increíble hallazgo nos recuerda que debemos contemplar el planeta de una manera cíclica, no lineal. ¿Cómo se descubrió? ¿Qué dicen los investigadores? Continúa la lectura para encontrar las respuestas.

Árboles sobre el desierto del Sahara
Que se haya descubierto miles de millones de árboles sobre las arenas del Desierto del Sahara, no quiere decir que este crecimiento perdure en el tiempo, señalan los científicos.

Mientras por un lado del planeta miles de hectáreas son arrasadas por el fuego, en el norte de África las arenas del Desierto del Sahara, y parte del Sahel, han sido decoradas por las copas de los árboles. Así es, porque una reciente investigación publicada en la revista Nature, ha dado a conocer este sorprendente hallazgo.

Primero que todo, debemos saber que una gran proporción de árboles y arbustos en zonas áridas crecen de manera aislada. Si bien, estos árboles no se consideran dentro del área forestal, poseen un papel crucial en la biodiversidad del planeta. Ellos son imprescindibles para el refugio de humanos, protección de animales, el almacenamiento del carbono y recursos alimenticios.

Además, el mayor interés público y científico respecto a los árboles se centra en los bosques. Como, por ejemplo, el bosque valdiviano en Chile. Por ende, este tipo de investigación sobre tierras, prácticamente desiertas, adquieren una relevancia mayor en los tiempos actuales.

En este estudio, titulado "Un inesperado y gran conteo de árboles en el Sahara y el Sahel de África Occidental", científicas y científicos se dedicaron a mapear el tamaño de la copa de cada árbol superior a 3 m2. El foco estuvo en un área del Sahara Occidental, el Sahel y la zona subhúmeda, cuya extensión alcanza los 1,3 millones de km2.

Para realizar este procedimiento, se utilizó imágenes satelitales de resolución submétrica y el aprendizaje profundo. Lo que encontraron es realmente sorprendente. Más de 1.800 millones de árboles individuales, es decir, unos 13 árboles por hectárea. Las copas tienen un tamaño promedio de 12 m2 en un gradiente de lluvia que va desde los cero a los 1.000 mm anuales.

Es preciso mencionar que el aprendizaje profundo descubre una estructura compleja en grandes conjuntos de datos. Para ello, se utilizan algoritmos de retropropagación para indicar cómo modificar los parámetros internos que se aplican, con el objetivo de calcular su representación en cada capa analizada. Todo esto se logra a partir de la representación obtenida en la capa anterior.

La mirada humana del estudio

Quienes participaron en la investigación, comentan que esto no mitiga toda la pérdida forestal que se ha generado las últimas décadas. Además, que existan árboles en esta zona del mundo, no significa que se observe un crecimiento constante de ellos. No obstante, el estudio impulsa y fomenta la creación de modelos más robustos que se apliquen en los diferentes sistemas satelitales.

Actualmente, no existen las condiciones propicias para contar todos los árboles del planeta. La verdad es que, lo que sea difícil de detectar con nuestros ojos, también será complejo de identificar para el modelo utilizado. La sociedad, tecnología y ciencia deben ir de la mano.